pamplona - La peor crisis de Ciudadanos provocada por el giro a la derecha del partido y su negativa a facilitar una investidura de Pedro Sánchez afronta su segundo día sin más dimisiones pero con el candidato de Castilla y León, Francisco Igea, manteniendo un pulso con la dirección. Lo hizo defendiendo abiertamente la alternativa de negociar una abstención a Sánchez, a cambio de una serie de condiciones, entre ellas, no tolerar un pacto con Bildu en Navarra, y como muro de contención para que el Gobierno no dependa de los votos de los nacionalistas, justificó Igea.

Al entorno de Albert Rivera, de acuerdo con fuentes del partido, no le ha parecido oportuno que el candidato de Castilla y León siga dando la batalla con una cuestión que entienden que ha quedado zanjada. Después de que el lunes la Ejecutiva decidiera por una amplísima mayoría (24 votos a favor, cuatro en contra y tres abstenciones) ratificar el no a Sánchez, la cúpula de Cs cree que ya no tiene más recorrido posible. Perdieron la votación, subrayó el secretario general del partido naranja, José Manuel Villegas, y tienen dos caminos posibles: o asumirla o dar un paso al lado.

Pero el dirigente díscolo hizo oídos sordos insistiendo en que el hecho de dialogar no significa “rendirse” y que “pactar no es traicionar”, sino que es propio de un partido de centro, como se etiqueta Ciudadanos. Sin embargo, este mensaje no se puede aplicar al caso del PSOE, según argumentó Villegas, quien dejó claro que Cs “no se va a inmolar” para evitar un gobierno en manos “de populistas y nacionalistas” o para que se repitan las elecciones porque, en ninguno de los dos casos, es culpa suya. No lo es, señaló Villegas, por mucho que el Partido Socialista ponga toda la presión sobre Cs o se alcen algunas voces internas, porque si Sánchez se echa en manos de Podemos, ERC o Bildu es porque quiere, porque nadie le obliga a hacerlo.

De forma muy parecida piensa la portavoz de la formación naranja, Inés Arrimadas, quien cada día que pasa, dijo, se reafirma en que los aliados del PSOE son los populistas y los nacionalistas y, en su opinión, lo han vuelto a demostrar, esta vez -acusó- “por boca de Zapatero”, contra el que cargó contra por mostrarse favorable a estudiar posibles indultos a los condenados, y plantear otra vez la figura del mediador en Catalunya.

Arrimadas está convencida de que su partido está cargado de razones para intentar impedir que Pedro Sánchez repita en la Moncloa e insistió en que pactos como el alcanzado por el PSOE en Navarra refuerzan la decisión mayoritaria de la Ejecutiva Nacional de Cs de no apoyar la investidura.

De la crisis interna hablaron Villegas y Arrimadas, no Rivera, quitando importancia a la brecha sin precedentes abierta por la salida del portavoz económico Toni Roldán y las dimisiones de otros tres dirigentes, entre ellos el eurodiputado Javier Nart, que dejó la ejecutiva. Mantienen que solo son cuatro miembros de una dirección de más de 30 los que quieren pactar ahora con Sánchez porque en febrero esos cuatro no se desmarcaron cuando se decidió no facilitar la investidura del líder socialista. - D.N.