roma - La capitana del buque Sea Watch 3, la alemana Carola Rackete, liberada el martes tras ser detenida por haber entrado en el puerto de Lampedusa con un barco en el que iban cerca de 40 migrantes rescatados en el Mediterráneo, podrá permanecer en Italia ya que la Fiscalía de Agrigento no ha validado el decreto de expulsión que había firmado el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini.

La portavoz de la Asociación de la Prensa Extranjera en Italia, Giorgia Linardi, confirmó que Rackete es libre para salir de Italia, ya que no será hasta el 9 de julio cuando se presente ante la justicia para prestar declaración. “El juez no ha dado el ‘nulla osta’ (la autorización) para la expulsión”, señaló Linardi, quien ha referido que la capitana de 31 años “está bien”. “Carola está bien. Ha estado sometida a un régimen de aislamiento durante cuatro días y todavía no se da cuenta de la resonancia mediática que ha tenido el caso. Tiene que tomarse su tiempo para entender lo que ha pasado y además poder enfrentar las dos investigaciones que hay contra ella”, agregó.

Desaprobación de Salvini Tras conocerse el fallo de la magistrada, Alessandra Vella, dejaba en libertad a la capitana alemana, y Salvini mostró su desaprobación con comentarios en las redes sociales. “¿Qué hay que hacer en Italia para ir a la cárcel?”, se cuestionó el ministro del Interior italiano. Salvini, acusa a Carola de poner en riesgo la vida de los agentes, la invitó a regresar a su país “a causar problemas allí”. Linardi, que no ha querido revelar el lugar en el que se encuentra actualmente Rackete, defendió que su decisión de entrar en Lampedusa fue acorde con las leyes del mar que autoriza a las naves extranjeras prestar socorro a naves en peligro en aguas internacionales.

Durante la conferencia de prensa, la portavoz de la ONG ha recapitulado que durante 17 días el barco See Watch 3 intentó hacer todo lo que pudo para efectuar “un ingreso regular y autorizado en Italia”. “No había ninguna alternativa a Lampedusa porque la única indicación recibida de parte de todas las autoridades contactadas era dirigirse a un puerto en Libia, una solución que no hemos tomado en consideración”, afirmó. En las últimas horas, decenas de migrantes y refugiados murieron después de que las tropas del mariscal Jalifa Hafter, quien emprendió el 4 de abril el asedio a la capital, hayan bombardeado el centro de Tayura, a 15 kilómetros al este de Trípoli. “El ministro del interior (italiano) continúa a afirmar que Libia es un puerto seguro”, ha asegurado Alessandro Metz, de la ONG Mediterranea, que también estaba presente durante la rueda de prensa en la sede de la prensa extranjera de Roma. - Europa Press

El Gobierno español advierte al Open Arms. Si rescata a los migrantes de la deriva en el Mediterráneo puede ser sancionado con multas de hasta 901.000 euros. Aunque el buque solo tiene permitido proporcionar ayuda humanitaria, puede asistir a las personas si se las encuentra durante su recorrido.