pamplona - El mensaje de Ferraz respecto a los pactos en Navarra no cambia, a pesar del distanciamiento con Podemos en las negociaciones para formar un gobierno en España y pese a que el candidato socialista, Pedro Sánchez, insiste ahora en pedir la abstención de la derecha en su investidura. PP y Ciudadanos, partidos que forman Navarra Suma junto a UPN, han dejado firmado que no facilitarán un gobierno del PSOE si en la Comunidad Foral no se permite gobernar a la derecha. Sin embargo, Sánchez volvió ayer a pedir a Pablo Casado y Albert Rivera que no se opongan a un gobierno socialista que desvinculó de lo que pase en Navarra.

En concreto, el presidente del Gobierno español en funciones separó su investidura de la conformación de gobierno en Navarra y, en declaraciones en la cadena Ser, respondió que él podría pedir al PP que facilite el gobierno en Murcia, Madrid o Castilla y León, donde los socialistas ganaron las elecciones, pero sería “entrar en un bucle”. De esta forma, rechazó que el PSN vaya a permitir un gobierno de Navarra Suma en la Comunidad Foral a cambio de que el PP ofrezca que la coalición de derechas dé vía libre a su investidura en las Cortes.

Según Sánchez, “una cosa no se tiene que mezclar con la otra”. A su juicio, lo importante es que cuando se abren las urnas haya un gobierno, “aunque no pueda gustar a todo el electorado”, dijo. “Al menos hay gobiernos”, apuntó. “Pero en España si el PSOE no saca adelante la investidura no habrá gobierno posible”, aseguró el jefe del Ejecutivo.

En esa línea, Sánchez volvió a reiterar a PP y Cs, que “hablan de partidos constitucionalistas”, que consideren la eventualidad de abstenerse y que la investidura “no dependa de los independentistas”. De esta manera, el candidato socialista abrió de nuevo la puerta a un pacto con la derecha que, si se diera, pondría en jaque la posibilidad de un gobierno progresista y plural en Navarra. De hecho, una de las condiciones fijadas por Ferraz a los socialistas navarros es que la investidura en la Comunidad Foral se produzca tras la de Sánchez en Madrid. El 22 de julio comienza ese debate en las Cortes, y si las negociaciones con Podemos no tornan en positivas caben dos escenarios: una repetición electoral que nos llevaría hasta noviembre, o un acuerdo para que PP y Cs se abstengan, lo que difícilmente conseguiría sin contrapartidas.

negociación en navarra En este contexto retoma hoy el PSN, tras el parón de Sanfermines, las negociaciones con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra, en una reunión a las diez de la mañana en el Parlamento. Sobre la mesa, la estructura y el reparto de responsabilidades en el ejecutivo que encabezaría María Chivite. Desde el PSN, Ramón Alzórriz, puso en valor ayer la disposición de todos los partidos que “han estado a la altura durante la negociación del acuerdo programático”, que firmaron y presentaron el pasado 5 de julio. Según confirmó a DIARIO DE NOTICIAS, hoy presentarán al resto de grupos “una propuesta de estructura de gobierno”.

Además, el socialista mostró la preferencia de su partido por un gobierno monocolor, pero sin descartar la posibilidad de que otros grupos firmantes del acuerdo programático puedan adquirir responsabilidades: “En principio queremos hacer un gobierno del PSN, pero estamos dispuestos a negociar”, puntualizó. Y añadió que siempre han “tenido el respaldo de la dirección de Madrid”.

Y es que, Geroa Bai ha dejado claro que su intención es adquirir responsabilidades en el gobierno que se negocia. La coalición se reunió ayer, en su habitual ejecutiva de los lunes, para preparar el encuentro con el PSN, pero no quisieron adelantar las propuestas que llevarán al encuentro. Aunque, el mismo 5 de julio, la presidenta de Navarra en funciones y líder de Geroa Bai, Uxue Barkos, expresó la voluntad de su formación de asumir consejerías e integrar un gobierno junto con el PSN. “No compartimos los procesos de gobiernos de cuotas, nos parece que no generan la confianza necesaria, pero con la representatividad que nos ha dado la ciudadanía, nos vemos en la responsabilidad y la oportunidad para que Geroa Bai esté asumiendo responsabilidades claramente en ese gobierno”, señaló Barkos. Chivite no quiso valorar entonces esta posición de Geroa Bai y se remitió a las negociaciones que continuarán a partir de este martes.

También se reunió ayer la ejecutiva de Podemos, que no desveló la propuesta que quieren negociar, pero cuyo secretario general, Eduardo Santos, sí señaló que “tras quedar satisfechos con el acuerdo programático, ahora toca asegurarnos de que nuestras propuestas van a ser ejecutadas”. En este sentido, Santos entiende que las medidas contempladas en ese acuerdo que han sido propuestas de su grupo deberían estar dirigidas por Podemos, pero señaló que no van con posiciones cerradas y que están “abiertos a todas las posibilidades”.

Por su parte, y al igual que ha hecho Pedro Sánchez, la socialista María Chivite planteó la abstención de Navarra Suma para facilitar su investidura, una opción que descarta la coalición que integra a UPN, PP y Ciudadanos. Y que Uxue Barkos consideró que “no tiene mucho sentido político”.

Con estos mimbres se reinician las negociaciones en Navarra que se van a solapar con el inicio del debate de investidura en el Congreso y con el cruce de declaraciones, de momento nada halagüeñas, entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.