pamplona - La derecha española y madrileña fue la primera en reaccionar al anuncio de acuerdo de Gobierno entre PSN, Geroa Bai y Podemos. Y lo hizo desde lo accesorio a lo importante, o al menos lo que podría tener una repercusión política real en un escenario tan abrupto como el que ha quedado en el Congreso tras la fallida investidura de Sánchez. Navarra Suma criticó que se hayan ideado 13 consejerías, quizá sin caer en la cuenta que UPN planificó 12 en su gobierno de coalición con CDN en 2007. Pero PP y Ciudadanos reiteraron ayer lo que ya dejaron firmado con Esparza hace semanas: que no pactarán nada con Sánchez -ni siquiera una abstención- mientras el PSOE no pare los pies a la federación navarra, frustre el intento de Chivite de ser presidenta y propicie otro agostazo regalándole la presidencia a la derecha.

El encargado de posicionar a Navarra Suma fue Alberto Catalán, senador de la plataforma y miembro de UPN. A su juicio, el nuevo organigrama es “un descarado reparto de sillones-departamentos” mas que un esquema para “cubrir las necesidades reales de Navarra”, al tiempo que ya se refiere al organigrama liderado por el PSN como un “pentapartito independentista” que dependerá de los “independentistas y los proetarras”. La paradoja es que en 2007, cuando UPN pactó con CDN el Gobierno, el presidente Miguel Sanz ideó un organigrama con 12 carteras en el que el propio Alberto Catalán era consejero y portavoz.

operación navarra La reacción con más peso político vino del presidente del PP, Pablo Casado. Desde Murcia, adonde se desplazó para presenciar la investidura de Fernando López Miras (PP) merced a un nuevo pacto de populares y Ciudadanos con la ultraderecha de Vox, el presidente del PP descartó una abstención para hacer a Sánchez presidente, y retó al candidato del PSOE a demostrar con hechos concretos que no quiere depender de los independentistas. “En caso de que quiera dar un viraje en su estrategia, debe evitar que el PSOE navarro pacte por acción u omisión con Bildu”, lanzó, dejando claro que lo que ha puesto en marcha la derecha es una auténtica operación política de Estado para intentar que UPN no empalme ocho años lejos del poder. “Sólo nos vamos a guiar por los hechos”, explicitó, por lo que esperará a que Sánchez “le diga al PSN que no puede pactar con los herederos de Batasuna”. Todo lo que no sea eso significará que el PSOE aspira a intentar un nuevo pacto con Podemos y los que Casado considera que son enemigos de España.

También Ciudadanos cargó contra “la banda” de Sánchez, que a juicio de Albert Rivera “no tiene remedio. PSOE, nacionalistas, populistas y batasunos pactan en Navarra para repartirse el poder e impedir un Gobierno constitucionalista. España no se merece un presidente como Sánchez”, dijo Rivera en Twitter. - D.N.