PAMPLONA - Cambio de ciclo para Uxue Barkos, que afronta una nueva etapa tras cuatro años en la presidencia. “El de hoy es un punto de partida en el que corresponde a todos los actores tejer una confianza, pero el Partido Socialista es el más concernido, por la responsabilidad que las urnas han dejado y por lo que la historia reciente de Navarra dice”. Confianza que el PSN debe articular según Barkos en tres direcciones: “hacia el conjunto de la ciudadanía, hacia quienes le hemos dado nuestro apoyo su apoyo y hacia quienes hoy han permitido su investidura”. A juicio de la presidenta saliente el escenario que se avecina “requiere una responsabilidad enorme y grandes dosis de capacidad política” para asegurar la estabilidad. Barkos constata la aritmética: que no será más fácil partir con 23 apoyos de salida que en la anterior legislatura con 26. “Desde el primer día hay que salir a consolidar esa mayoría y ello le corresponde a la presidenta del Gobierno. Pero no nos confundamos, el no por el no en una pinza que agrupara perpetuamente a posiciones políticas tan encontradas como Euskal Herria Bildu y Navarra Suma tampoco tendría una explicación coherente ante la sociedad. Creo que nos vamos a tener que retratar todos”. En esa dificultad Geroa Bai va a compaginar “la generosidad de ofrecer elementos de confianza” con “la exigencia de que el acuerdo programático se cumpla para un proyecto de sociedad plural y progresista”. Llegar a una entente no ha sido sencillo, según Barkos, con unas negociaciones “nada fáciles” contaminadas por “voces que aseguraron al Partido Socialista que yo estaría en contra del acuerdo. De ninguna manera, Uxue Barkos ha sido un agente tan activo en la consecución de un acuerdo, como exigente. Quien pretendió introducir esa duda o se confundía o quería confundir”.

A la hora de abrazar a su sucesora, Barkos ha dicho a Chivite que tienen por delante “un reto hermoso”, y le ha prometido apoyo. “Me va a tener a su lado como portavoz de Geroa Bai siempre y cuando nos encontremos cumpliendo lo acordado, que es básicamente la defensa de una sociedad justa en lo social y ambiciosa en construcción de convivencia. Creo que Navarra se merece un programa de equilibrio social y se merece también empezar a terminar con las políticas que nos parten en dos a esta sociedad”. Ante el inminente traspaso de poderes, la líder de Geroa Bai espera “justo en las formas, como en la pasada legislatura y justo en la hondura de los contenidos, que no lo fue”. Respecto a su futuro político, Barkos piensa que no tenía sentido que tras encabezar el anterior Ejecutivo buscara una presencia en el nuevo Gobierno. Por el contrario afrontará un reto en clave interna dentro de Geroa Bai, “en la construcción de un proyecto que necesita ser fortalecido”; algo que considera “perfectamente acreditado en estos dos últimos meses”. La presidenta saliente mantendrá su escaño en el Parlamento.