PAMPLONA. El diputado de Cultura, Cooperación, Juventud y Deportes de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Denis Itxaso, ha afirmado que "hay que estar muy ciego para no ver" que la izquierda abertzale "ha ido dando pasos en los últimos años", pero "hay gente dentro de ese mundo que alberga todavía una cultura del odio que no se la puede extirpar".

En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, Itxaso se ha referido, de esta forma, al ataque contra las placas colocadas en memoria de cinco víctimas de ETA en la Avenida de la Libertad de la capital guipuzcoana, así como a los últimos recibimientos de presos de ETA excarcelados.

"Uno podría pensar que todavía hay coletazos que restan de esa cultura que, ni siquiera diría que es un cultura de la violencia, también es una cultura, a veces, del odio, porque no me cabe otra palabra en la cabeza cuando pienso en el spray que se ha proyectado sobre el nombre de las personas asesinadas que reflejan esa placas", ha afirmado.

En ese sentido, se ha preguntado "qué mal hacen" esas placas y "qué realidad tan incomoda deben estar reflejando esas placas que deben ser borradas". A su entender, "es evidente que tratan de borrar nuestra memoria, pero, por fortuna solo tratan, yo creo que no lo consiguen".

Itxaso ha afirmado que, "si de verdad creemos en un futuro en convivencia, si de verdad creemos en asumir el dolor causado, en la justicia, en la verdad, y en la reparación de las víctimas", tanto los 'ongi etorris' como este tipo de acciones "vandálicas contra placas conmemorativas" son "absolutamente inaceptables". "Eso lo entiende mucha gente de la izquierda abertzale, que está dando pasos", ha afirmado.

El dirigente socialista ha considerado que "hay que estar muy ciego para no ver que ese mundo ha ido dando pasos en los últimos años, lo que pasa que hay gente dentro de ese mundo que alberga todavía una cultura del odio que no se la puede extirpar".

Según ha advertido, "esas patologías sociales deben de ser, como pasa con la violencia machista, una causa que todos debemos enfrentar de forma colectiva, para que no termine por engangrenar, porque, al final, el problema de los 'ongi etorris' y de este tipo de acciones es que se siembra un poco de cara al futuro el riesgo de que se vuelvan a reproducir acciones violentas" porque "lo que se está traslado a los más jóvenes de las nuevas generaciones es que aquello tuvo alguna justificación". "Si alguien sale de la cárcel en señal de victoria es que alguna justificación tuvo lo que hizo, y eso es inaceptable", ha concluido.