Pamplona - Si nada lo impide vamos hacia nuevas elecciones en noviembre. ¿Puede eso condicionar la estabilidad del Gobierno de Navarra?

-No tiene por qué. Habrá diferencias, pero eso no debe afectar al trabajo del día a día. Al menos nosotros no vamos a buscar esa confrontación.

¿Qué le parece que vayamos a las cuartas elecciones generales en cuatro años?

-Una irresponsabilidad, porque nada nos asegura que las elecciones vayan a resolver el bloqueo. Y porque esta situación nos hace daño también en Navarra. Hace ya dos meses que se produjeron las inundaciones en la zona media, y seguimos sin tener una declaración de zona catastrófica. Es inadmisible seguir con un Gobierno en funciones.

¿Y qué salida ve?

-Desde luego unas elecciones no son la solución, porque nos van a llevar a otros seis meses en funciones. Sánchez se equivoca si cree que la respuesta emocional por la irrupción de Vox se puede estirar como un chicle. España necesita estabilidad, y tanto el PSOE como Unidas Podemos deben entender que negociar es ceder, y que a veces hay que perder para que gane el interés general. En Navarra tienen un ejemplo.

¿Dónde está el punto de encuentro en el PSOE y Podemos?

-La pregunta más bien sería dónde está el desencuentro. ¿En las cuotas? ¿En la desconfianza? ¿En el miedo? Los problemas no se arreglan llamando a las urnas a ver si nos dan más fuerzas para poder negociar. No podemos pedir a los ciudadanos que voten lo que no hemos sabido resolver. Es un desastre.

¿Si se repiten las elecciones qué hará Geroa Bai?

-Haremos una apuesta seria y solvente como hemos hecho siempre. De qué manera, no lo sé todavía. Venimos de negociar un Gobierno, que estemos otra vez pensando en elecciones me parece una tomadura de pelo.