pamplona - Que Izquierda-Ezkerra y Podemos van a concurrir juntos en Navarra a las elecciones generales del próximo 10 de noviembre está claro. Pero ambos partidos se encuentran negociando un cambio con respecto a los pasados comicios que podría tener influencia directa en la lista electoral. La coalición de izquierdas ha propuesto a la filial de Pablo Iglesias un intercambio de puestos de tal manera que I-E se quede con el número dos de la candidatura al Congreso, y que Podemos ocupe el tercer puesto, al revés de lo que ocurrió en las pasadas elecciones. Desde la coalición de izquierdas justifican que la propuesta busca la movilización del votante de I-E, que aporta unos 15.000 votos atendiendo a las citas de 2015 y 2016. Pero todavía no han recibido una respuesta por parte de Podemos.

El cambio se quiere hacer con respecto a la lista de 2019. En abril, Unidas Podemos en Navarra presentó a Ione Belarra (Podemos), Guillén Carroza (Podemos), María Teresa Mola (I-E), Lucía Otero (Podemos) y Txema Mauleón (I-E Batzarre). Sólo Belarra obtuvo representación, en unos comicios en los que pese al castigo generalizado que sufrió Podemos en España, en Navarra se registraron 68.000 votos. Una cifra que, pese a no ser nada desdeñable, está lejos de los 80.000 de 2015 (Podemos sacó en solitario dos diputados, Belarra y Santos) o los 94.000 de 2016, donde Unidos Podemos revalidó a Belarra y Santos y además metió a Iñaki Bernal (I-E) en el Senado. Desde la coalición de izquierdas consideran que ceder el segundo puesto sería un acicate para movilizar al electorado de I-E, y poder volver a recuperar el segundo escaño en unas elecciones en las que el PSOE no va a tener tanta capacidad de movilización como en abril.

La otra incógnita que queda por despejar es qué ocurrirá con el Senado, donde las fuerzas que componen Unidas Podemos consideran que no debería haber cambios. Con la fórmula Cambio-Aldaketa superada por los últimos acontecimientos, el primer puesto del Senado recaería en I-E, como sucedió en 2016, cuando Iñaki Bernal obtuvo escaño. La dificultad es la inherente al sistema de elección del Senado: sólo obtienen representación las dos fuerzas más votadas. Y arrebatar ese cetro a Navarra Suma y PSN -aunque se hizo en 2015 y 2016- parece complicado.- A.I.R.