Londres/Bruselas - El primer ministro británico, Boris Johnson, quiere reunir al Parlamento el sábado 19 de octubre para decidir el rumbo del brexit, a pocos días de la fecha oficial de salida de la UE, el 31 del mismo mes. Fuentes gubernamentales dijeron ayer a la BBC que Johnson propondrá a los diputados o bien que voten un acuerdo de retirada negociado a última hora con Bruselas -improbable a estas alturas- o sobre otras opciones en este proceso, como una salida sin pacto o la cancelación del brexit.

Aunque los parlamentarios deben autorizar esta sesión extraordinaria en fin de semana, que se celebraría justo después del Consejo Europeo de los días 17 y 18 de octubre, no se espera que haya oposición. El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, señaló ayer precisamente que, si no hubiera pacto, utilizaría la jornada para “hacer lo posible” a fin de obligar al primer ministro a pedir a la UE una prórroga de las negociaciones, tal como le exige la ley. En el caso de que la oposición presentara y ganara una moción de censura al Gobierno, se mostró dispuesto a encabezar un Ejecutivo interino cuya misión sería prevenir un brexit duro y convocar elecciones generales.

Johnson ha mantenido hasta ahora que el Reino Unido saldrá del bloque europeo el 31 de octubre con o sin tratado bilateral, a pesar de que la llamada Ley Benn le obliga a solicitar a Bruselas una prórroga si no ha logrado un pacto para el 19 de octubre. El líder tory ha dicho que no violará la ley, pero al mismo tiempo sostiene que prefiere estar “muerto en una zanja” que reclamar la extensión. Tras recibir una demanda de diputados que desconfían de él, la Corte de Sesiones de Edimburgo decidió ayer posponer hasta el 21 de octubre su decisión sobre si puede forzar al primer ministro a pedir esa prórroga o incluso pedirla en su nombre si éste se niega a hacerlo.

Pese a que se considera casi imposible llegar a un acuerdo dentro de plazo, Londres, la UE y Dublín mantienen los contactos, en vísperas de la cumbre europea de la semana próxima. Hoy, el ministro británico para el brexit, Steve Barclay, se reunirá en Bruselas con el negociador jefe comunitario, Michael Barnier, mientras que Johnson se verá en Dublín con su homólogo irlandés, Leo Varadkar. En una intervención ante el Parlamento europeo, Barnier admitió ayer que no se está “en posición de alcanzar un pacto”, si bien el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo no excluir esa posibilidad.

“Seguimos manteniendo discusiones con el Reino Unido sobre los términos de su salida y personalmente no excluyo un acuerdo”, declaró Juncker durante una intervención en el pleno del Parlamento Europeo (PE). Añadió que él y Barnier están trabajando en lograr un pacto y subrayó que no aceptan “este juego de culpas que empezó en Londres”. En cualquier caso, el político luxemburgués quiso recordar que el acuerdo sobre la retirada del Reino Unido debe aprobarse en el Parlamento británico, pero también en la Eurocámara. Barnier, por su parte, aseguró que en el momento actual no se está “en el punto de considerar y de encontrar un acuerdo”. En ese sentido, explicó que se necesita “en cada límite del mercado único y la unión aduanera” controles aduaneros y reglamentarios “serios y rigurosos”, y dudó de que con las nuevas propuestas del primer ministro británico estos estén garantizados. “Es la credibilidad del mercado único lo que está en juego”, destacó.

Varadkar declaró también ayer que ve “grandes dificultades” en la propuesta británica para sustituir la polémica salvaguarda destinada a evitar una frontera física en la isla de Irlanda tras el periodo de transición posterior al brexit, principal escollo para la aprobación de un tratado. La propuesta de Johnson, rechazada igualmente por Bruselas, contempla mantener a Irlanda del Norte parcialmente alineada con las normas de Irlanda y el mercado único pero fuera de la unión aduanera comunitaria, lo que inevitablemente obligaría a establecer controles. Otro punto conflictivo es que otorga a la Asamblea norirlandesa, suspendida desde 2017 por discrepancias entre los partidos, poder de veto sobre el régimen que se aplica a la provincia británica. Fuentes del Gobierno de Johnson indicaron el martes que, tras una conversación con la canciller alemana, Angela Merkel, ven ahora “esencialmente imposible” llegar a un acuerdo con los Veintisiete y anticipan la ruptura de las negociaciones. La referencia a Merkel provocó que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, así como la oposición en el Reino Unido, acusaran al primer ministro conservador de tratar de culpar a los demás por la ausencia de resultados.