Ikea afronta la recta final para inaugurar su nuevo espacio en Vitoria-Gasteiz, un proyecto que la compañía define como “único a nivel mundial” por integrar, detrás de sus paredes, un centro logístico de 1.200 metros cuadrados destinado a agilizar la preparación y el reparto de pedidos.

La firma sueca ha diseñado la nueva tienda —que abrirá sus puertas el 27 de noviembre, junto al centro comercial El Boulevard— con una premisa clara: convertir la ubicación estratégica de Vitoria en una ventaja operativa. “Desde esta sede realizaremos la distribución de todos los sofás”, explicó David Cajal, director de Ikea Barakaldo. “Disponemos de menos espacio, lo que nos obliga a ser más eficientes en la preparación de cada pedido. Su localización, además, nos permite ganar superficie útil en tienda y reforzar nuestra capacidad de envío. En conjunto, este ecosistema nos ayuda a ahorrar tiempo y reducir el impacto medioambiental”.

Sostenibilidad como ruta obligada

Pese a las mejoras implementadas, el responsable reconoció que “aún queda un largo camino por recorrer”. Ikea mantiene como objetivo que, en 2030, el 100 % de sus productos estén fabricados con materiales reciclados o reciclables. Hoy, la mitad de su catálogo ya cumple este criterio. “Nuestra icónica bolsa azul, por ejemplo, está hecha con un 92 % de materiales reciclados”, recordó Cajal, quien destacó el esfuerzo anual por incrementar progresivamente el uso de materias sostenibles. También subrayó la renovación integral del packaging para eliminar los plásticos de un solo uso y sustituirlos por soluciones en cartón.

Un nuevo hito comercial en Gasteiz

La tienda de Vitoria-Gasteiz, a una hora de Pamplona, contará con 3.000 metros cuadrados de superficie comercial y ha requerido una inversión de 6,3 millones de euros. El espacio se ha concebido como un punto de compra cercano, cómodo y orientado a los hogares del territorio, manteniendo las áreas tradicionales de Ikea: exposición, complementos, autoservicio y mercado circular.

Como es habitual en la marca, la oferta se completa con una zona de restauración de 185 metros cuadrados donde los clientes podrán degustar las emblemáticas albóndigas suecas, perritos calientes o bocadillos de jamón. También habrá un espacio para adquirir productos de alimentación de origen nórdico, como salmón ahumado y galletas de vainilla.

Con este proyecto, Ikea continúa reforzando su presencia en el norte de España mientras ensaya nuevos modelos de tienda orientados a la eficiencia logística y la sostenibilidad, dos de los ejes que marcarán la próxima década del sector.