Sanliurfa - La llegada de tropas del régimen de Damasco a zonas cercanas a las que quiere ocupar Turquía en el noreste de Siria no ha puesto fin, de momento, al avance turco, si bien abre muchos interrogantes sobre el futuro de la ofensiva y amplía el escenario de combates hasta Manbech, al oeste del Éufrates.

Fue precisamente cerca de Manbech, territorio bajo control de las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), donde ayer murieron dos soldados turcos a causa de un ataque con morteros en el que quedaron heridos otros siete militares, informa la cadena NTV.

Las YPG y milicias locales aliadas, que luchan bajo el paraguas de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), dominan Manbech desde 2016, cuando, con respaldo estadounidense, arrebataron al estado islámico el control de la zona, al noreste de Alepo, donde apenas hay población kurda.

Turquía reclama desde hace años la retirada del FSD para así incorporar Manbech al territorio que controla desde 2016 al norte de Alepo.

EEUU confirmó ayer oficialmente la retirada de sus tropas de la región, abriendo en teoría la puerta a una ofensiva turca, pero al mismo tiempo, el Ejército regular del Gobierno sirio empezó a desplegarse por la zona.

Si bien el foco geopolítico se ha desplazado al oeste, continúan los combates alrededor de las ciudades de Ras al Ain y Tal Abiad en el noreste de Siria, donde Turquía lanzó una invasión terrestre el miércoles pasado.

Mientras a lo largo de la jornada de ayer se observaba una relativa calma en Tal Abiad, situada frente a la ciudad turca de Akçacale, el fuego de artillería era continuo en Ras al Ain, unos cien kilómetros más al este.

Turquía había anunciado oficialmente la toma de Ras al Ain el sábado pasado, pero una contraofensiva del FSD ha llevado a combates continuos desde entonces.

También continuó el fuego de morteros desde el lado sirio a zonas pobladas en Turquía, y ayer un proyectil causó dos muertos y 12 heridos en el pueblo de Taslica, a unos 30 kilómetros al este de Ras al Ain y a poco más de tres de la frontera, con lo cual se eleva a 20 el número de víctimas civiles en Turquía desde el inicio de la ofensiva.

Pese al anuncio de que el Ejército sirio avanzará hacia el frente, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se mantuvo firme al anunciar hoy, durante una conferencia internacional en Bakú, que “la operación continuará mientras la amenaza terrorista no sea eliminada”.

Turquía considera “terrorista” al YPG por sus vínculos con el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda activa en Turquía.

Turquía cuenta para esta operación con la ayuda de las brigadas de milicianos sirios que ya combatieron a su lado al norte de Alepo en 2016. Desde la semana pasada, estas milicias emplean el nombre de Ejército Nacional Sirio (ENS) y son la punta de lanza de la ofensiva turca en Ras al Ain y Tal Abiad.

Al mismo tiempo, Turquía continúa su campaña judicial para acallar toda protesta interna contra la ofensiva, y ayer el Ministerio del Interior anunció que en los últimos tres días ha detenido a 245 personas por “vínculos con el PKK”.

Ayer mismo fueron arrestados los alcaldes y vicealcaldes de cuatro municipios del sureste de Turquía, todos ellos integrantes de la formación izquierdista prokurda Partido Democrático de los Pueblos (HDP), tercera fuerza en el Parlamento turco y única que se opone a la ofensiva en Siria.