pamplona - El complemento del 25% de su sueldo que reciben los funcionarios por haber desempeñado durante dos años seguidos o tres discontinuos cargos de confianza en los distintos gobiernos forales tiene los días contados. Todos los grupos del Parlamento foral, excepto Navarra Suma que se abstuvo, apoyaron ayer sin fisuras la toma en consideración de una proposición de ley foral que tiene como objeto derogar este plus retributivo vitalicio que cobran exconsejeros y exdirectores generales, de ahí que cabe deducir que no habrá marcha atrás en la tramitación parlamentaria de esta iniciativa presentada por EH Bildu antes de su definitiva supresión.

En la actualidad, según los datos que expuso Adolfo Araiz en la defensa de su propuesta, solo 28 ex cargos de confianza de gobiernos anteriores disfrutan una vez que se reincorporar a sus trabajos públicos. De ellos, 22 son funcionarios que ocuparon puestos de responsabilidad en gobiernos anteriores a 2015 que perciben un complemento anual que oscila entre los 5.643 euros para quienes están en el nivel B y los 6.707 euros del nivel A, con un coste anual total de 120.751 euros. A ellos hay que sumar otras seis personas del último Gobierno, dos de nivel B y cuatro del A, que percibirían en total un plus de 38.118 euros al año, pero que seguramente no van a tener estos ingresos 12 meses, ya que se derogará antes el apartado 5 del artículo 3bis de la Ley Foral 19/1996 de incompatibilidades de los miembros del Gobierno de Navarra y altos cargos de la Administración Foral.

privilegio, regalo Durante el debate, Araiz recordó que este complemento fue aprobado con los votos de UPN y PSN en 2007 y se rebajó en 2012 del 25% al 10% “cuando era evidente que este privilegio no podía seguir ya que se estaba recortando por todos los lados”, antes de ser recuperado nuevamente al final de la pasada legislatura.

El PSN dio su apoyo a la propuesta, ya que “es evidente que un funcionario cuando se reincorpora a su puesto actualmente no tienen ningún menoscabo ni en sus retribuciones ni en sus funciones, ni en el puesto de trabajo que vuelve a ocupar”, explicó Javier Lecumberri, quien cree que “quizás era más difícil contar con altos cargos en el Gobierno cuando se aprobó este complemento en 2007.

Mikel Asiáin subrayó que “el programa electoral de Geroa Bai ya proponía suprimir el complemento para ex altos cargos”. No obstante, justificó su recuperación en diciembre de 2018 por “el restablecimiento de los derechos laborales de quienes trabajan en la Administración Pública”, si bien ahora abogan “sin ningún tipo de dudas por su abolición”.

Como también lo defiende Ainhoa Aznárez (Podemos), muy crítica con “este privilegio” cuando “el 16% de las personas está en situación de exclusión social”.

Marisa de Simón (Izquierda-Ezkerra) se limitó a dar su respaldo “a la defensa impecable que hizo Araiz”.

La nota discordante la puso Juan Luis Sánchez de Muniáin (Navarra Suma). Quien fue el último político en cobrar dietas de Caja Navarra y que la pasada legislatura complementó su sueldo de parlamentario con la cesantía de exconsejero acusó al Gobierno de Barkos de haber recuperado de forma “discreta” este complemento para que sus ex altos cargos “lo puedan cobrar de por vida”. “El cuatripartito engañó a quienes votaron en contra y a quienes votaron a favor”, proclamó Muniáin.

“Lo importante no es si nos engañaron o no, sino si van a dar solución a la carrera profesional”, replicó Araiz a Muniáin, a quien afeó que “nunca ha defendido la supresión de “este complemento”.

28

beneficiados. El complemento en vigor que está cerca de suprimirse beneficia en la actualidad a 28 funcionarios: 22 de gobiernos anteriores y seis del último Ejecutivo.

158.869

coste anual. El plus tiene un coste anual a las arcas públicas de 158.869. Supone para los funcionarios de nivel A 6.707 euros y de 5.643 para los de nivel B.