Pamplona - Cumplida la semana desde que arrancaran las protestas por la sentencia del 1-O, el balance de los altercados arroja un saldo de récord. De récord, sí, pero negativo. El fallo del Tribunal Supremo motivó que el independentismo catalán saliera en masa a las calles, pero también ha provocado un total de 194 detenidos, 597 heridos atendidos por los servicios de emergencia y 288 agentes de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra que han requerido de atención hospitalaria. La factura que dejan los actos vandálicos, con Barcelona como epicentro, alcanzan un coste superior a los 2,5 millones de euros.

A pesar de que intensidad de las protestas se ha rebajado durante el fin de semana, los efectivos policiales siguen en alerta, si bien por ahora el Ministerio de Interior descarta establecer medidas de seguridad adicionales a las aplicadas hasta ahora. No obstante, la suma global de afectados es abultada: 13 personas heridas en los altercados permanecen hospitalizadas, una de ellas en estado muy grave y otras siete graves. Tres de estas últimas han sido asistidas en centros sanitarios por lesiones oculares que les han provocado la pérdida de un ojo. Por su parte, un agente de la Policía Nacional permanece en la UCI del hospital de Sant Pau con una fractura en la base del cráneo y un aplastamiento de la vértebra por el impacto de una piedra que le reventó el casco.

El ministerio de Interior hizo ayer un balance general de la situación, en el que aseguró que “el Estado cumple” ante una situación en la que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han actuado del forma “legítima”. Así, su titular, Fernando Grande-Marlaska, apuntó que de los 288 agentes heridos un total de 153 pertenecen a los Mossos, 134 eran policías nacionales y uno pertenece a la Guardia Urbana de Barcelona. Marlaska afirmó además que 18 detenidos se encuentran en prisión provisional y otros 52 arrestados se encuentran en libertad con medidas cautelares para 52 detenidos, según el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). - D.N.

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vehículos han resultado dañados tras una semana en Catalunya (43 de los Mossos, 221 de la Policía Nacional y tres de la Guardia Urbana). Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona cifró en 1.035 los contenedores que han sido inutilizados. Durante la noche del pasado viernes ardieron nada menos que 300.