pamplona - Ciudadanos cuenta abiertamente con apoyarse en los votos de Vox para formar un ejecutivo de coalición con el PP en caso de que los tres partidos de la derecha española lograran sumar mayoría absoluta en las elecciones generales del 10 de noviembre, algo que, no obstante, Albert Rivera ve improbable. El presidente de la formación naranja está dispuesto a reeditar en el Gobierno central un acuerdo de los tres partidos de derechas como los alcanzados en Andalucía y la Comunidad de Madrid, entre otros lugares, tras los últimos comicios autonómicos.

“Nosotros gobernamos en cuatro comunidades autónomas con el PP y Vox ha apoyado la investidura. Si Ciudadanos y el PP suman (tras los comicios generales del 10 de noviembre), y Vox apoya esa investidura, formaremos Gobierno, como hemos hecho en Andalucía, Madrid, Castilla y León, Murcia, y muchos Ayuntamientos”, aseguró Rivera ayer en una entrevista en esRadio. El líder de la formación naranja, sin embargo, no ve muy probable que PP, Ciudadanos y Vox vayan a sumar 176 diputados -la mayoría absoluta- en las generales, lo se a su juicio abocaría a un acuerdo “transversal” junto a populares y el PSOE en torno a las grandes reformas de Estado.

En las comunidades citadas por Rivera -salvo en Castilla y León, donde PP y Cs no necesitaron los votos de Vox porque sumaban mayoría absoluta juntos- los partidos liderados por Pablo Casado y Albert Rivera llegaron a acuerdos de investidura con la formación de extrema derecha, en varios casos tras un largo tira y afloja con Vox, que aceptó no tener puestos en los gobiernos con tal de impedir la formación de ejecutivos de izquierda. Ciudadanos defendió entonces que no negociaba con la extrema derecha, aunque al final optó por sentarse con Vox.

Ante el improbable, según los sondeos, triunfo con mayoría absoluta del bloque de derechas, Rivera se ha abierto a la posibilidad de un pacto transversal, después de haber levantado a principios de mes el veto a cualquier pacto con el PSOE. Un veto que mantuvo durante cinco meses tras las elecciones generales del pasado abril, hasta que en los minutos de descuento de la investidura de Pedro Sánchez ofreció una abstención conjunta con el PP, que no prosperó por sus imposibles condiciones.

El líder de Cs, Albert Rivera, sostuvo que de no obtenerse esa mayoría conservadora en las urnas la única solución tras el 10-N será “un gran acuerdo de Estado” con el PSOE y PP. Su apuesta sería facilitar la investidura de Pedro Sánchez “pero atándolo en corto”.

salida Rivera defendió este acuerdo “de concentración o colaboración” entre las tres fuerzas para que los nacionalistas “no tengan la batuta” como ha pasado en los últimos cuarenta años. “Ojalá ahora PP y Cs dieran mayoría, pero hay posibilidades o muchas, como lo quieran ver, que no sumamos y si no lo hacemos, para que Pablo Iglesias domine la economía y la política territorial la haga Torra, prefiero que la haga Ciudadanos y PP atando en corto un gobierno con un pacto de estado”, explicó. Es la salida que ve Rivera ante la situación “excepcional” que vive el país, con el conflicto catalán, y aunque considera que es difícil un acuerdo de este calibre “porque este país es muy cainita”, recalcó que la unión hace la fuerza. “Si no vamos de la mano, los nacionalistas nos comerán”, pronosticó.

Según dijo, ve “más inteligente” un acuerdo de Estado que no un ejecutivo tripartito porque lo importante, a su juicio, son las políticas, dejando claro que uno de los puntos de ese acuerdo transversal tiene que ser la aplicación del 155 en Cataluña.

También ve improbable que la izquierda sume y, por eso defiende que sea con Cs y PP con quien saque adelante los Presupuestos y las leyes en lugar de hacerlo con Podemos y los nacionalistas.

Después de las elecciones del 10 de noviembre, afirmó Rivera, el Estado se tiene que “rearmar política e intelectualmente frente a los nacionalismos”, que después de cuatro décadas -denunció- “se han infiltrado” en las instituciones, en la educación o en la policía.