pamplona - La nueva secretaria general de Eusko Alkartasuna, Eba Blanco, dio la cara ayer tras la crisis interna derivada en EA a raíz del proceso de primarias que ha dividido el partido entre dos facciones: los oficialistas, que han respaldado a Blanco, y los críticos, liderados por el navarro Maiorga Ramirez y que han denunciado métodos caciques en la invalidación de la candidatura del parlamentario navarro.

Tras varias semanas de mucho ruido, Blanco salió ayer al paso para decir que se siente “absolutamente legitimada” para dirigir el partido porque su nombramiento está “ratificado” por la Asamblea Nacional del partido, “el máximo órgano entre Congresos”, y cuenta con “el respaldo de muchos afiliados y de los órganos de EA”. En su primera comparecencia, Blanco dio por zanjado el proceso, terminado “según el reglamento y la Comisión de Organización Electoral (COE) de Eusko Alkartasuna”, que se ha disuelto. “Otra cosa es lo que pueda pasar a partir de ahora”, dijo, en referencia a que el partido está “judicializado” por el conflicto surgido sobre el censo. En ese sentido, explicó que se han solicitado medidas cautelares y la próxima semana se va a celebrar una vistilla. “Por tanto, terminar el proceso sí, veremos qué es lo siguiente”, señaló.

los avales Sobre el hecho de que sólo presentase 60 avales, Blanco indicó que no necesitó un censo para recabar los avales que el reglamento solicitaba, un total de 50 -10 por organización territorial- y admitió que buscó otros diez “por prudencia” por si le anulaban alguno “como así fue”. “Seguramente si me hubiera dedicado a buscar 500 o 700 avales hubiera tenido más complicaciones porque tuvimos un plazo del día 7 al 11 para buscar avales”, indicó.

No obstante, rechazó valorar las dificultades denunciadas por Maiorga Ramírez. “No conozco en detalle lo ocurrido y no voy a valorar qué es lo que ha hecho Maiorga Ramirez. Solo puedo decir cómo he hecho yo las cosas y las he hecho en base al reglamento aprobado y ratificado en la Asamblea Nacional”, señaló. - D.N.