Pamplona - Navarra ingresó el pasado año 42,2 millones por el Impuesto del Patrimonio, prácticamente lo mismo que recaudó por el mismo concepto en el ejercicio fiscal del año 2000, y que finalizó con 41,9 millones por este concepto. Ni la inflación ni el crecimiento económico de los últimos 18 años se han trasladado a un impuesto que llegó a aportar 66,3 millones en el año 2008, y que tras diversas modificaciones tributarias ha acabado en una situación similar a la que estaba.

El Impuesto del Patrimonio ha sido una de las grandes batallas ideológicas de las últimas dos décadas. Los partidos de derechas afirman que es algo injusto porque tributa bienes por los ya se pagó en el momento de adquisición. Para los de izquierdas, se trata sin embargo de tributo necesario para garantizar el reparto de la riqueza y la igualdad de oportunidades. Estas diferencias se ha traducido en normativa variada según el año, y también en una competencia entre comunidades que ha promocionado la fuga de patrimonios.

En Navarra el impuesto estuvo vigente hasta 2008. El Gobierno de UPN optó por suprimirlo ese año imitando al Gobierno central, que decidió eliminarlo en para el resto del Estado. Sin embargo, la caída de la recaudación durante la crisis obligó tanto al Estado como a Navarra a reponerlo tres años después, aunque con unos límites más flexibles, lo que hizo que la recaudación pasara de los 66,3 millones de 2008 a los 39,9 de 2012.

La recaudación por patrimonio mejoró algo los años siguientes, pero la reforma fiscal aprobada a finales de 2014 por UPN y PSN motivó una nueva caída hasta los 30 millones anuales. Los cambios aprobados la pasada legislatura por el cuatripartito han elevado la recaudación hasta los 42,2 millones. Para el próximo año, el Ejecutivo foral plantea eliminar la tributación del patrimonio empresarial porque considera que deja a Navarra en desventaja respecto al resto de comunidades, donde no tributa. Supondrá una menor recaudación de cinco millones anuales. - I.F.

Rentas del capital. Los ingresos logrados por los rendimientos del ahorro se mantienen estables los últimos años. Tras los máximos logrados en 2008 y 2009, con 123 y 127 millones respectivamente, las rentas del capital aportan una media de 86 millones anuales.

Sucesiones. Las herencias aportaron a la Hacienda pública 58 millones en 2018, en la media de los últimos años.

Transmisiones patrimoniales. El impuestos ligado a la compraventa de vivienda sigue lejos de los años de la burbuja. Las transmisiones patrimoniales, por las que se llegaron a recaudar 102,9 millones en 2006, aportaron el pasado año 55,8 millones. El impuesto tocó suelo en 2012, con 28,4 millones.

ADJ. Los Actos Jurídicos Documentados viven una leve recuperación tras la burbuja inmobiliaria. De los 55,2 millones recaudados en 2006 se ha pasado a los 13,9 de 2018.