pamplona - El Gobierno de España y el Gobierno de Navarra firmarán el traspaso de la competencia de Tráfico a lo largo del primer semestre de este año. Lo aseguró ayer en comisión parlamentaria la presidenta del Ejecutivo foral, María Chivite, que reveló que el lunes mantuvo una reunión con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la que el máximo responsable político de la Guardia Civil le trasladó la "firme voluntad" de culminar la negociación política -precipitada tras el acuerdo entre Sánchez y Barkos en octubre de 2018- en la primera mitad de este año.

Es importante subrayar que se tratará de la firma, del compromiso de que Navarra asumirá en exclusividad Tráfico, y no del desempeño de la competencia en sí, algo que Navarra desarrollará "en el medio plazo", cuando el Gobierno de Navarra se dote de alrededor de "150 o 200" agentes más. Lo hará, dijo, a base de ofertas públicas de empleo para el cuerpo autonómico, pero en la comisión de ayer sobrevoló la posibilidad de que se termine estableciendo una pasarela entre la Guardia Civil y la Policía Foral -prevista en la Ley de Policías-, para aquellos miembros de la agrupación de Tráfico -unos 180 de los 1.500 guardias civiles desplegados en Navarra- que quieran seguir en las carreteras, porque Interior -según lo que el lunes Marlaska trasladó a los representantes de ocho asociaciones profesionales de la Guardia Civil- dice que garantizará que ningún policía tenga que abandonar Navarra por el traspaso competencial, y que será capaz de recolocarlos en otras funciones.

Algo que también comparte Chivite, que dijo ser "sensible" al arraigo personal de los agentes radicados en Navarra y que mientras dependa de ella, "nadie echará a la Guardia Civil de Navarra". Por eso censuró la actitud de Navarra Suma, que pidió la comparecencia de la presidenta para volver a presentar la asunción competencial como un plebiscito sobre la Guardia Civil: está a favor del Instituto Armado quien quiere que las cosas sigan como hasta ahora -competencia compartida- y está en contra de la Guardia Civil -con el peregrino argumento de Esparza de porque "suena a España"- quien aboga por el desarrollo de las competencias del Amejoramiento. "Dejen de manosear a la Guardia Civil", pidió Chivite, quien lamentó la deriva antiforalista en la que se ha embarcado UPN.

"falsos debates" Precisamente, la presidenta y los representantes de los grupos afearon a Esparza que plantee el debate competencial en términos de traición a España. Sus palabras confirmaron la ruptura con la petición histórica de exclusividad por parte de UPN. "No queremos que la Guardia Civil deje de dar servicio, lo hemos puesto en el programa", sostuvo. Él, lo dijo más o menos veladamente, quiere que la situación se mantenga como ahora, porque "desde 1960 -cuando, por cierto, el franquismo arrebató la competencia a Navarra- no ha habido ningún problema" con el servicio. Esparza, que no paró de farfullar durante las intervenciones del resto de grupos -la presidenta de la comisión, Ainhoa Unzu (PSN), le llamó la atención varias veces- ve una megaoperación nacionalista para borrar a España de Navarra.

Chivite respondió de forma más prosaica: "Lo que estamos es ante un intento de involución, por parte de quienes quieren una España uniforme con una Administración central que lo controle todo, y sobre la que manden ellos, a ser posible". Es lo que subyace tras el "conflicto permanente" en el que para Ramón Alzórriz (PSN) se ha instalado Navarra Suma, pero que ya está "caduco". "La sociedad navarra ya no les escucha, pasan de sus polémicas artificiales". "Habría que no mentir, que no generar falsos debates que pagaremos caro", reflexionó Uxue Barkos (Geroa Bai), que incluso dijo a Esparza que un día le enseñará "las cartas" que recibe en su despacho "por afirmaciones como las que hace" Esparza. Y eso que "hasta 2018", como recordó Adolfo Araiz (EH Bildu), UPN defendía la exclusividad. Araiz rebuscó en los diarios de sesiones y encontró una joya. Hoy no se le ocurriría decirlo a ningún político de derechas: Sanz, en 1994, pidiendo para Navarra el régimen competencial de Tráfico de Catalunya. Mikel Buil (Podemos), por último, consideró que el debate de Navarra Suma, en torno a la competencia, oculta el que realmente debería importar: el de la calidad del servicio.

Cerró la sesión Chivite. En su réplica recogió otra de las acusaciones que hizo Esparza: que el PNV se ha "reído" de ella al negociar la competencia. Chivite le dijo dos cosas: primero, que conocía que Tráfico se iba a incluir en el pacto PSOE-PNV desde el 6 de diciembre, porque se lo dijo Adriana Lastra (PSOE) en una visita al Congreso. Y, en segundo lugar, que le pareció bien, porque el acuerdo político no opacaba una negociación que el Gobierno de Navarra ya había comenzado en octubre de 2018.