barcelona - El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, convocó ayer a todos sus ministros del Gobierno de coalición para una jornada de convivencia en la finca estatal de Quintos de Mora (Toledo) con el objetivo de organizar el trabajo legislativo del trimestre, pero sobre todo para permitir que los miembros del Consejo de Ministros se conozcan un poco más.

Sánchez repetía así una fórmula que ya empleó con su primer gabinete, el salido de la moción de censura, y al que se llevó también a Quintos de Mora en el verano de 2018. Incluso como líder de la oposición también recurrió a un retiro similar con los miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE en Daimiel (Ciudad Real) y que el secretario de Organización, José Luis Ábalos, bautizó con el nombre de “ejercicios espirituales”.

Aunque la jornada estuviera planteada como una reunión de trabajo, un ministro socialista del Gobierno la valoraba como una oportunidad para que los miembros del Consejo de Ministros, donde ahora se sientan también dirigentes de Unidas Podemos, puedan conocerse un poco más.

El encuentro arrancó a las 10.00 horas con la llegada primero del presidente y después de los ministros, en autobús, así como de varios miembros de los equipos, entre ellos los directores de gabinete del presidente, Iván Redondo, y del vicepresidente Pablo Iglesias, Julio Rodríguez.

Por la mañana tenían previsto tratar dos puntos: la agenda legislativa del trimestre, por un lado, y el contexto económico y la necesidad de estabilidad presupuestaria, por el otro.

Sánchez centró su debate económico en políticas para los jóvenes que han sido los grandes “paganos” de la precariedad. “Tenemos que ser un Gobierno que esté en el presente, pero que siempre piense en el futuro”, aseguró el presidente. En el encuentro, Sánchez aseguró a sus ministros que se abre “un tiempo de optimismo, muy esperanzador y de gran dinamismo legislativo”, ante un calendario político de “gran intensidad”.

Tras un receso para una comida informal, la reunión de la tarde buscaba hablar de las grandes transformaciones que impulsará el Ejecutivo durante la legislatura en materia de crecimiento económico, igualdad, cohesión territorial, transición ecológica, ciencia y digitalización y justicia social.

Otros miembros del Gobierno veían este retiro como una oportunidad para que cada ministro pudiera exponer las prioridades de su departamento, se compartiera información en aras de una mayor coordinación y se propiciase entre los miembros del Ejecutivo una tormenta de ideas para la presente legislatura. La jornada se programó para que los debates terminasen a las 19.00 horas.

“el rancho de aznar” Enclavada en los Montes de Toledo, la finca de Quintos de Mora abarca una superficie de más de 6.800 hectáreas y pertenece al municipio de Los Yébenes (Toledo). Propiedad del Estado desde 1942, ha sido el lugar elegido por algunos presidentes del Gobierno para recibir las visitas de otros mandatarios, como hizo José María Aznar con el estadounidense George W. Bush en 2001.

La consejera de Seguridad Nacional de Bush por entonces, Condoleeza Rice, bautizó al lugar como “el rancho de Aznar”, en una anécdota que dio mayor popularidad al recinto.

Tanto Aznar como luego Zapatero usaron la finca de Quintos de Mora no sólo para alojar a sus huéspedes internacionales, sino también para disfrutar ellos de unos días de descanso, como ha hecho Sánchez en varias ocasiones. Fue también en este enclave donde el presidente Aznar preparó con Mariano Rajoy en 2003 los cambios en el Gobierno y el PP tras elegirle como su sucesor en el partido. - E.P./Efe