pamplona - El distanciamiento entre JxCat y ERC, cada vez más evidente y agravado por el clima de precampaña, quedó ayer constatado con un nuevo episodio que profundiza en su ruptura y que tuvo como protagonistas a Quim Torra y Roger Torrent. Amparándose en el caso de Andrés Betancor, que entre 2017 y 2019 formó parte de la Junta Electoral Central (JEC) mientras estaba en nómina de Ciudadanos, el president solicitó que se recupere la ley de la Sindicatura Electoral para que “no se dependa de la JEC”, y, luego, reclamó al presidente del Parlament que se reconsidere la decisión de retirarle el escaño. Fue entonces cuando el Jefe del Govern se indignó después de que Carlos Carrizosa, presidente del grupo de Cs, le calificara de “okupa” al entender que su condición de diputado le impide seguir al frente de la Generalitat. Descalificación ante la que Torra protestó airadamente lamentando que Torrent no saliera en su defensa. Para colmo, Sergi Sabrià, líder de ERC en la Cámara, puso en duda el compromiso del president con la mesa de diálogo y emplazó a Torra a aclarar si la apoya o no mientras que el president retó a Torrent a desdecirse de su decisión de acatar la pérdida de su condición de diputado. Pero el líder republicano hizo caso omiso y se limitó a dar la palabra a Carrizosa. “Usted es un okupa. Váyase a su casa de una vez, señor Torra, y desbloquee la política catalana”, espetó el dirigente naranja. A lo que el president replicó a Torrent: “Lamento que en esta Cámara se insulte impunemente, lo lamento mucho, y que usted no proteste. Se me acaba de llamar okupa”, verbalizó visiblemente enfadado Torra. El presidente del Parlament no recogió el guante y, sin hacer más comentarios, dio paso al siguiente punto del orden del día.

Minutos antes, el republicano Sabrià recriminó a JxCat los reproches a la mesa de diálogo en el acto de Perpiñán, destacando que en Moncloa Torra “lideró la delegación catalana”, y solo tres días después “su espacio político menospreciaba públicamente esta herramienta, debilitando” así la “posición” de la Generalitat. “No entendemos cómo en un mismo espacio político se pueden sentar y defender la autodeterminación y la amnistía, pero pocas horas después se puede cargar con dureza y amargura” contra esa herramienta, censuró. La otra cuestión polémica del día en Catalunya fue la denuncia del exconsejero Josep Rull. “Los funcionarios de la prisión de Navalcarnero me maltrataron muchísimo”. Así lo desveló ayer en una entrevista en RAC1 en la que relató vejaciones, nunca físicas. El dirigente de JxCat detalló situaciones como cuando un funcionario le avisó al llegar a la cárcel: “Se os ha acabado la tontería catalanes”, a lo que él replicó: “No se nos acabará ni ahora ni nunca”. Pero el funcionario advirtió entonces: “Pues os vais a pudrir aquí en la cárcel toda la vida por traidores”. Según Rull, después de que le hicieran la fotografía para el registro en prisión, un funcionario le dijo que la enviaría a la prensa para que saliera en todos los telediarios y los españoles vieran la cara de “traidor”. También explicó que un funcionario le devolvió una cruz que llevaba Rull habitualmente y le dijo: “No entiendo nada porque, cuando has entrado, estábamos pletóricos porque los traidores tenéis que estar en la cárcel pero ahora que sé que eres cristiano... España se ha construido a partir de la cruz, en Catalunya estáis llenos de moros y, aunque nos odiéis, vuestros hermanos españoles iremos a salvaros de ellos”.