- No hay tema que no le venga bien a Javier Esparza (Navarra Suma) para cargar contra la presidenta, María Chivite, o los socios de Gobierno. Da igual que el PSN se haya desmarcado de la acción de dos ediles rebeldes a los que va a expulsar: para Esparza, los socialistas no han hecho suficiente, y la presidenta de Navarra será la última responsable de lo que pase en Estella. Es lo que dijo ayer el portavoz de Navarra Suma, que aprovechó la rueda de prensa junto con el todavía alcalde de Estella, Gonzalo Fuentes y la edil Ana Duarte, para marcarse una diatriba sobre política general. "Chivite no puede permitir que Uxue Barkos, su socia, pacte con dos tránsfugas del PSN". "No vale mirar para otro lado, no vale con expulsarlos del partido", dijo Esparza, cuyo interés es que este problema salte de la arena municipal a la del Gobierno de Navarra.

Incluso, para él, la moción de censura es suficiente como para que Ferraz, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, tome cartas en el asunto. "¿Pedro Sánchez va a permitir que se le dé una Alcaldía de esta manera a Bildu en Estella?", preguntó, poco después de aludir a la firma del pacto antitránsfugas que, a su juicio, habría que aplicar. Nada que ver cuando la crisis de tránsfugas la tuvo Podemos, que UPN vivió entre risas desde la barrera. La derecha vuelve a ser la víctima, dice Esparza. "Todo esto se produce en un clima que no ayuda, donde se justifica todo con tal de excluir a Navarra Suma. Se nos insulta permanentemente", concluyó.

Por su parte, Fuentes se limitó a decir que estén donde estén, seguirán trabajando "por Estella, por Navarra y por UPN".