El presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte, recibieron ayer a los reyes de España en el Palacio del Elíseo, sin que se estrecharan la mano ni se besaran de acuerdo a las medidas de prevención establecidas ante la expansión del coronavirus. Macron y su esposa esperaron a los reyes al pie de la escalinata del palacio para darles la bienvenida. Hicieron una ligera reverencia con las manos juntas para excusarse y optaron por lanzar un beso al aire a la reina para saludarla. A los más que llegaron ambas parejas fue a tocarse los brazos.