- El Congreso hará una sesión de control al Gobierno de Pedro Sánchez la próxima semana, el 15 de abril, después de la fuerte presión ejercida por la derecha, especialmente del PP, que horas antes de esta decisión amenazó con recurrir al Tribunal Constitucional si el Ejecutivo español no procedía a la reapertura de la Cámara baja después de la festividad de Semana Santa. Otros grupos como EH Bildu también se pronunciaron por reabrir el Parlamento aunque con un formato especial y reducido.

Durante la reunión de la Mesa del Congreso, la presidenta, Meritxell Batet, propuso levantar la suspensión de los plazos de los trámites parlamentarios que se acordó el pasado 19 de marzo, en consonancia con la suspensión de la actividad ante la emergencia sanitaria. En la Junta de Portavoces los grupos optaron por ir paulatinamente recuperando las funciones atribuidas a la Cámara, como la de control al Gobierno, de manera que habrá una sesión plenaria con preguntas orales de la oposición a Sánchez y a los ministros. Todo apunta a que las cuestiones versarán sobre la gestión de la crisis del coronavirus. Además, las mesas de las comisiones se irán reuniendo para progresivamente ir retomando el calendario previsto y sus correspondientes programas de trabajo.

El PP había endurecido su posición advirtiendo de que pondría el asunto en manos del Constitucional si el Ejecutivo de Sánchez seguía negándose a someterse al marcaje parlamentario. “No hay salud pública sin salud democrática”, defendió la portavoz de la formación conservadora, Cayetana Álvarez de Toledo, tras presentar el planteamiento popular en un escrito bajo el principio de que en una democracia parlamentaria los diputados son “esenciales”. “No somos de mejor condición que los médicos, enfermeras, policías, guardias civiles, cajeras de supermercado, ni nuestra función es menos importante. Tenemos más responsabilidad que todos ellos. El Gobierno nos está negando nuestro derecho a ejercer nuestro deber. Esto es anticonstitucional”, argumentaron.

Poco antes de la aceptación de esta sesión de control, la ministra portavoz, María Jesús Montero, se escudó en que Sánchez ya cumplía su deber con la comparecencia quincenal que realiza para pedir las prórrogas sucesivas del decreto de alarma, como sucederá mañana, ya que en ellas participan todas las fuerzas políticas y cada una puede hacer las consideraciones que desee. “Es el mejor mecanismo para que haya un control parlamentario, institucional de la tarea y la labor del Gobierno”, recalcó la dirigente socialista. “La derecha y la ultraderecha otra vez mienten; con el estado de alarma hay más actividad parlamentaria”, apuntó el titular de Sanidad, Salvador Illa. Sin embargo, diputados del PP censuraban que “no hay plenos de control ni comisiones ordinarias, ni se responden preguntas”.

Con esta convicción, el PP anunció a Batet que al próximo pleno acudirán hasta 45 diputados populares “guardando un metro de distancia” -un escaño- entre uno y otro. “Es hora de que los españoles nos vean. Es hora de que sepan que los diputados del PP trabajan en primera línea. No solo en defensa de sus votantes. En defensa de todos los votantes, de la nación”, abogaron, poniendo fin al “pacto de caballeros” que los partidos habían alcanzado. Ello generó una nueva polémica. “Vox toca el silbato y la derechita cobarde baila”, respondió la portavoz socialista, Adriana Lastra. “Mientras los españoles se sacrifican en los confinamientos, la derecha pone en riesgo la salud de los trabajadores del Congreso”, añadió el secretario general de los socialistas en la Cámara Baja, Rafael Simancas, quien tachó de “lamentable” que el objetivo sea que “sus aplausos suenen más que los del resto”.

Desde Génova señalaron que el PP fue la primera formación en recordar que el Congreso “no se cierra ni en caso de guerra”. “A más alarma, más control. A más poder excepcional del Poder Ejecutivo, más vigilancia por parte de la soberanía nacional”, añadía el texto presentado, lamentando que Sánchez hubiera puesto “la democracia en cuarentena sine die”.

Por su parte, desde EH Bildu llamaron a celebrar nuevamente sesiones de control al Ejecutivo, más allá de los debates de la prórroga del estado de alarma, pero solamente con preguntas orales al presidente español y realizándose cada quince días.

“No somos mejores que médicos, enfermeras o policías ni nuestra función es menos importante”

Portavoz del PP

“La prórroga de la alarma es el mejor mecanismo para que haya un control de la tarea del Gobierno”

Ministra portavoz del Gobierno español