- La denominada mesa de expertos que ha diseñado el Gobierno foral para desempeñar funciones de asesoramiento en la transición hacia la desescalada no ha despertado ni mucho menos unanimidad entre los grupos parlamentarios. Es más, esta comisión integrada por 15 personas, que fue presentada el pasado jueves, ha sido recibida con recelo e incluso con rechazo por algunos de los grupos parlamentarios. En líneas generales, piden que sea un órgano transparente, que rinda cuentas y que sea ágil en la toma de decisiones.

Uno de los más críticos con esta Comisión para la Transición en Navarra es Javier Esparza. El portavoz de Navarra Suma señaló que la mesa de expertos sobre el covid-19 “no es sólida ni nos da la suficiente fiabilidad” para orientar al Ejecutivo sobre la desescalada.

“Debería contar con otras personas”, dijo Esparza en rueda de prensa tras la Mesa y Junta de Portavoces. A su juicio, “puede sobrar alguno de sus miembros, porque tienen un componente político más que evidente”, mientras que “faltan epidemiólogos, expertos en enfermedades infecciosas y en microbiología, y representantes de colegios profesionales, del mundo de la discapacidad, de sectores económicos que se van a ver afectados y de la educación”.

“Se debería haber escogido en ese grupo a quien se va a ver más afectado en esa desescalada”, añadió Esparza.

No opina lo mismo Ramón Alzórriz (PSN), quien enfatizó que este órgano “es competencia del Gobierno decidir quién lo compone”, si bien consideró que “también debemos participar los grupos políticos como representantes de la sociedad”.

También es receptiva a esta comisión Uxue Barkos. “Todos los ámbitos de reflexión que se constituyan para la desescalada “son bienvenidos”, resaltó la líder de Geroa Bai, quien no obstante agregó que la mesa necesita ser “ágil y transparente” en sus conclusiones.

Por su parte, Bakartxo Ruiz (EH Bildu) no ve con buenos ojos esta iniciativa, cree que es mejorable. En su opinión sus integrantes “son personas que pueden hacer sus aportaciones”, pero “entendemos que debería valerse también representantes de la sociedad civil organizada”. Además, Ruiz recuerda que “queda por ver cómo se va a pasar a la siguiente fase y qué papel va a tener el Parlamento”. A medio y largo plazo, considera que hay que ver “cómo queremos salir de la crisis más allá de las palabras”, dijo antes de “cuestionar el modelo de desarrollo que hemos tenido hasta el momento”.

Ainhoa Aznárez, de Podemos, opina que esta mesa es “una iniciativa necesaria e interesante”, si bien solicitó que sus debates “se hagan públicos y con rendición de cuentas”.

La más reacia con esta mesa es Marisa de Simón. “No acabamos de verlo”, afirmó la portavoz de Izquierda-Ezkerra, ya que esta comisión “está formada por personas a título individual que la presidenta ha nombrado” y eso no es “ni participativo ni democrático ni representa a la sociedad civil”. A juicio de De Simón, es en el Parlamento de Navarra donde se deben debatir las propuestas para la desescalada, con el asesoramiento de una comisión “plural, representativa y transparente”.

La comisión, en la que participan representantes del mundo empresarial, de la universidad, de entidades locales, de comunicación y del activismo social, está llamada a ser uno de los pilares en el camino de la desescalada.