- La sección de ELA en la Policía Municipal de Bilbao ha sufrido un aluvión de bajas a raíz del apoyo que este sindicato brindó a un comunicado de SOS Racismo Bizkaia que denunciaba la “represión y brutalidad policial que se está ejerciendo en el barrio de San Francisco”. Desde que se difundió esa nota, el pasado 15 de abril, el número de bajas de afiliados en la central abertzale habría superado los 130, lo que incluye a todo el espectro del cuerpo, desde agentes rasos a cuadros intermedios y mandos, e incluso delegados sindicales. La mayoría de ellos habría recalado en el sindicato ESAN, según fuentes de esta central.

El comunicado de SOS Racismo Bizkaia hacía referencia a la “agresión policial del pasado 29 de marzo” en el barrio bilbaíno, cuando agentes de la Ertzaintza detuvieron a un hombre y su madre por atentado contra la autoridad en pleno confinamiento por el coronavirus. Esa actuación provocó un gran revuelo tras ser grabada por los vecinos desde sus ventanas, imágenes que se difundieron por las redes sociales, y desembocó en una investigación interna del Departamento de Seguridad. SOS Racismo denunció que “se están produciendo a diario agresiones policiales a personas migrantes y racializadas con total impunidad”. “Lo seguiremos denunciando pese a las amenazas, las multas y el acoso”, añadió en su nota.

Entre los 46 colectivos que suscribieron el comunicado se encontraban asociaciones feministas y de inmigrantes, además de los sindicatos ELA y LAB. El primero de ellos salió pocos días después a matizar dicho respaldo y alegó que, como consecuencia de la situación de confinamiento, “no se dieron los oportunos y necesarios contrastes internos que suelen darse siempre”. En una carta remitida a sus afiliados, añadió que del texto suscrito “podría concluirse que se está describiendo el proceder habitual y generalizado de la policía”, lo que aseguró que “no es una conclusión correcta”.

Pese a este desmarque, el incendio en el seno de la Policía Municipal de Bilbao ya era imparable, lo que ha derivado en la catarata de bajas de afiliados de ELA, hasta un 16% de la plantilla de 750 agentes en la capital vizcaína. Desde ESAN, central en la que han recalado de forma mayoritaria, aseguraron a este medio que estos policías “están indignados con ELA y LAB por su respuesta a ese incidente y pidieron explicaciones por sumarse a un manifiesto que atacaba a la policía”.

Las fuentes del segundo sindicato en tamaño de la Ertzaintza añadieron que “si el propio sindicato no confía en el duro trabajo de la policía, debería retractarse”. Concluyeron que la “deriva de ELA y la alineación de los sindicatos en temas políticos ha causado desafección” en el seno de los cuerpos policiales.