- La Comisión Europea inició en enero una primera ronda de tanteo a empresarios y sindicatos para crear un salario mínimo europeo con el objetivo de "permitir un nivel de vida digno para los ciudadanos donde quieran que trabajen". Tras dialogar con 23 interlocutores sociales, Bruselas ha llegado a la conclusión de que es "necesario hacer más". Así que ayer dio el pistoletazo de salida a la segunda ronda.

El resultado no será un salario mínimo idéntico para todos. El Ejecutivo comunitario busca elaborar una propuesta que sienta las bases mínimas para dar a los trabajadores vulnerables "un colchón financiero en caso de dificultades", cerrar la brecha de género, aumentar la resiliencia de las economías y reducir desigualdades salariales en las sociedades europeas.

El Ejecutivo comunitario podría hacer suya la propuesta de aumentar el salario mínimo de cada Estado miembro al 60% de su sueldo medio, abanderada por Frans Timmermans cuando era vicepresidente primero de la Comisión. En Bruselas insiten en que ello no se transformará en un salario mínimo único en la UE -no cuenta con competencias para ello-, sino que reflejará las "tradiciones nacionales, acuerdos colectivos o provisiones legales". De momento estudia cómo hacerlo: a través de una Directiva -jurídicamente vinculante para los Veintisiete- o de recomendaciones en el seno del Consejo.

Este aspecto fue uno de los compromisos de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, al grupo Socialdemócrata para conseguir su apoyo en la investidura. La crisis del covid-19 ha supuesto un revulsivo para evitar el aumento de desigualdad entre capitales. La pandemia amenaza con aumentar la pobreza en los Estados miembro más sacudidos.

"Uno de cada seis trabajadores está clasificado como trabajador con un salario bajo en la UE y la mayoría de ellos son mujeres. Estos trabajadores mantuvieron nuestras sociedades y economías vivas cuando todo lo demás tuvo que detenerse. Pero, paradójicamente, serán los más afectados por la crisis. Esta iniciativa sobre salarios mínimos en la UE es un elemento esencial de nuestra estrategia de recuperación. Todo el mundo merece un nivel de vida digno", señaló Nicolas Schmit, comisario de Empleo y Derechos Sociales.

En la UE, los salarios mínimos van desde los 312 euros en Bulgaria hasta los 2.142 en Luxemburgo. Todos cuentan con uno excepto Dinamarca, Italia, Chipre, Austria, Finlandia y Suecia, según datos de la Oficina de Estadística de la UE (Eurostat) a 1 de enero. Existen entre ellos tres bloques: el que lidera Bulgaria -abarca entre los 400 y 600 euros-. Es el caso de Letonia (430 euros); Rumanía (466): Hungría (487); Croacia (546); Chequia (575); Eslovaquia (580); Estonia (584); Lituania (607); y Polonia (611).

En la mitad están las capitales cuyo salario mínimo oscila entre los 700 y los 1.000 euros: Portugal (741 euros); Grecia (758); Malta (777); Eslovenia (941); y España (1050). Por último se encuentran los Estados miembro que superan las nóminas mínimas de 1.500 euros como en Francia (1.539 euros); Alemania (1.584); Bélgica (1.594); Países Bajos (1.636); Irlanda (1.656) y Luxemburgo (2.142).

Países sin salario mínimo. Todos los países de la Unión Europea cuentan con un salario mínimo excepto Dinamarca, Suecia, Finlandia, Austria, Italia y Chipre.

60%

El Parlamento Europeo podría aceptar la propuesta de subir el salario mínimo de cada país miembro al 60% de su sueldo medio.