- Alemania es el país de la UE que más dinero ha invertido tanto por impulso fiscal inmediato, como por aplazamientos de impuestos y cotizaciones para amortiguar el impacto del covid-19 en sus empresas. Otros como España se encuentran en la cola, a pesar de ser uno de los más afectados por la pandemia. La flexibilidad de las ayudas de Estado está dejando grandes diferencias en el fuego lanzado por las capitales para enfrentar al virus.

Mientras la pandemia del covid-19 iba avanzando, los países de la UE comenzaban a tomar medidas fiscales con las que combatir la pandemia y las consecuencias en la población y en el sector empresarial. El confinamiento ha paralizado la economía durante meses y muchas compañías han necesitado ayudas de los distintos gobiernos para mantenerse a flote. Estas ayudas de estado tan voluminosas serían normalmente ilegales en la UE, pero la Comisión Europea flexibilizó las normas para hacer frente al virus. En España la aplicación de los ERTE ha sido de las medidas más repetidas por las empresas para contener los despidos, pero cada país ha decidido impulsar diferentes medidas fiscales para mantener las economías familiares.

Bruselas desempolvó a comienzos de marzo la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, el conjunto de normas fiscales comunitarias, para ayudar a los Estados miembros a sortear el impacto socioeconómico de la pandemia. Los límites establecidos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento desaparecían por primera vez en la historia de la UE dando a las capitales tienen barra libre para aumentar su gasto público cuanto considerasen. Dos meses después, Alemania ha sumado más de la mitad de ayudas de Estado aprobadas por la Comisión Europea disparando toda la artillería para salvar a sus firmas. Otros como España, uno de los países más afectados, están a la cola.

Ayudas al alquiler, inyección de capitales a startups o la cancelación de pagos son algunas de las medidas tomadas por los Ejecutivos europeos. Alemania es el país que más dinero ha invertido tanto por impulso fiscal inmediato, como por aplazamientos de impuestos y cotizaciones, según un informe del think tank económico Bruegel. Entre las medidas tomadas por los países europeos destacan la inyección de ayudas a los sistemas de salud y el mantenimiento del empleo. Francia, por ejemplo, ha dirigido 8.000 millones en gastos sanitarios, y 24.000 para mantener los empleos dos meses.

En cambio España optó por destinar 2.900 millones a asistencia para gobiernos regionales y 1.400 al Ministerio de Sanidad para luchar contra el covid-19, además de 58 millones para investigar esta enfermedad. Además, ha puesto en marcha un sistema de garantías por parte del Instituto de Crédito (ICO) por valor de 100.000 millones. Teniendo en cuenta la distribución de las ayudas por país, las ayudas varían en función del gobierno europeo y es posible observar grandes contrastes teniendo en cuenta el porcentaje del PIB.

Es significante la diferencia de inyección entre unos países y otros, especialmente España, el país con más muertos por millón de habitantes, y Alemania, el que cuenta con menos fallecidos de entre los destacados.

Las diferencias en las cantidades inyectadas entre los distintos países contrastan con el número de muertos y los efectos económicos que ha tenido la pandemia: algunos países menos castigados por el covid-19 están teniendo respuestas fiscales más fuertes que Estados miembros más golpeados. La diferencia radica en la capacidad de las arcas de cada capital y la magnitud de su economía. Pero estas grandes diferencias a la hora de proteger a las firmas nacionales amenaza con crear una economía europea de varias velocidades y pone en jaque el Mercado Único.

Alemania ha invertido el 27,2% de su PIB en inyecciones y garantías, porcentaje solo superado por Italia, con el 29,8%, que cuenta con 553 muertos por millón de habitantes mientras que el país germano suma poco más de 101. Para mitigar las posibles desigualdades y brechas que estas ayudas generan en el mercado interior, la Comisión Europea ha presentado el Fondo de Recuperación, un paquete para la reactivación económica que, entre sus objetivos incluye un instrumento para facilitar a las empresas de países más afectados y con menos impulso económico acceder a ayudas a través del Banco Europeo de Inversiones.

Alemania, la mitad del gasto. Alemania ha sumado más de la mitad de ayudas de Estado aprobadas por la Comisión Europea.

29,8%

Es el porcentaje del PIB invertido por Italia, el país que más ha gastado proporcionalmente, aunque también es unos de los más afectados por la pandemia.

Presidente del Parlamento Europeo. “En Europa, ningún ciudadano ha quedado sin atender en la puerta de los hospitales, y ahora nos toca defender y reforzar ese modelo, que es el de no dejar a nadie en la estacada”, dijo ayer el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli. Su intervención se centró en la propuesta del Marco Financiero Plurianual (2021-2027) de 1,1 billones de euros junto a un fondo de reconstrucción de 750.000 millones. “Las propuestas económicas presentadas por la Comisión Europea “tienen que impulsar nuestras economías y reforzar a la UE como sujeto político para “defender nuestra autonomía y nuestros logros”.