- La dimisión, el lunes, de la totalidad del Gobierno del primer ministro libanés, Hasan Diab, presionado por la catástrofe del pasado 4 de agosto abre un escenario de vacío político en el Líbano que podría ser utilizado por otras “élites políticas” y generar más inestabilidad en el país a la espera de unas elecciones que nadie ha convocado.

El Gobierno seguirá interinamente para cumplir con las tareas básicas de funcionamiento del país hasta que se decida la designación del nuevo primer ministro, una fórmula repetida en el Líbano y que deja al país sin la posibilidad de afrontar reformas de fondo. Así seguirá hasta que se forme un Ejecutivo, algo a lo que ya se han puesto las fuerzas del atomizado y sectario parlamento libanés.

“No se sabe cuánto tiempo podría llevar eso”, dijo Sam Heller, asesor para el International Crisis Group en Beirut. Sin embargo, en su opinión, “sin nuevas elecciones celebradas dentro de un marco electoral, cualquier nuevo gobierno saldrá del actual parlamento libanés y los poderosos”.

La llamada a un gobierno tecnócrata o de “salvación nacional”, como pidió el lunes Diab tampoco parece que sea una solución para Heller, quien subrayó que un nuevo Ejecutivo lo más probable es que en la práctica sea “una creación más de la configuración actual de las élites políticas”.

Tildó de “difícil” el mandato o “la voluntad de emprender las reformas que el pueblo libanés ha exigido y que los donantes internacionales han establecido como condición para un paquete de rescate económico”.

Por otro lado, Emile E. Issa, politólogo libanés y consultor de comunicación de la fundación Kamsyn, indicó que tras las protestas del pasado día 8, en el “día del juicio” o “día de la ira” como se llamó tuvo un “efecto dominó”.

Miles de personas salieron a las calles de Beirut para pedir la dimisión de todas las autoridades. Las protestas del fin de semana llevaron a varios ministros a dimitir dejando a Diab, que inicialmente tenía previsto llamar a elecciones el lunes, a quedarse sin margen de maniobra y a optar por la renuncia.