Una amplia delegación liderada por el ministro saharaui para la Reconstrucción y Repoblación de las zonas liberadas, Salem Lebsir, ha iniciado una gira por estas regiones para poner en marcha el plan anunciado este fin de semana al respecto por el líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Ghali.

En un discurso en la ciudad de Tifariti, que articula las llamadas "zonas liberadas", Ghali reveló que el objetivo de este ambicioso proyecto es "acelerar el despliegue de infraestructuras en las zonas liberadas y consolidar el ejercicio de la plena soberanía de los saharauis sobre su territorio".

"Nuestra presencia en las regiones que hemos liberado es valiosa y un desafío a todas las dificultades y ambiciones del enemigo. Ello nos obliga a dar pasos decisivos y tomar iniciativas en la reconstrucción de otras regiones del Estado Saharaui", subrayó.

La reconstrucción y repoblación de las áreas de desierto próximas al muro defensivo y de segregación construido por Marruecos durante la guerra (1975-1991) fue una de las principales recomendaciones refrendadas por el XV congreso del Frente Polisario, celebrado el pasado mes de diciembre en Tifariti.

POBLAR EL DESIERTO

En este contexto, la delegación política y militar que encabeza Lebsir ha iniciado en la localidad de Bir Lehlu, considerada por el Polisario como "capital provisional de la RASD", una serie de reuniones con responsables municipales y militares para conocer cuáles son su necesidades y prioridades, valorar la situación y recoger sus propuestas.

"Por una parte, la consolidación de la soberanía saharaui en los territorios, es decir más y mejor presencia administrativa de la RASD, y por otra parte hacer esfuerzos concretos para dignificar la vida del pueblo saharaui: es decir, más y mejores servicios sociales para la población en los territorios liberados", explicó hoy a Efe Mohamad Zrug, diplomático saharaui integrado en el proyecto.

"Por otra parte, creo que hay una lectura política clara de estos, y es que, habida cuenta del bloqueo existente que desde fuera se opone a una salida justa y conforme a derecho a la cuestión saharaui y la connivencia clara de ciertos países con esa política marroquí de desentenderse de la solución, los saharuis tienen derecho a apostar por salidas que no hipotequen su futuro", agregó.

"Es una salida más deseada para todos que la otra opción que también sigue ahí que es recurrir a la resistencia por otras vías legítimas", manifestó en referencia a la posibilidad de retomar las armas.

A su juicio, "esta apuesta por construir el futuro en la parte liberada de nuestros país, desde el norte al sur, es un enfoque, una salida que todo el mundo debería apoyar porque significa que los saharauis miran al futuro, a la esperanza, a la libertad. Es una apuesta de paz".

Más de 200.000 saharauis viven como refugiados en el desierto oeste de Argelia desde que en 1975 las tropas marroquíes ocuparan militarmente la antigua colonia española del Sahara Occidental.

Marruecos y el Frente Polisario emprendieron entonces una guerra interrumpida en 1991 gracias a un acuerdo de alto el fuego negociado a través de la ONU que incluía un referéndum de autodeterminación que aún no se ha celebrado por, entre otros asuntos, insalvables discrepancias en el censo.