- El Parlamento de Navarra inicia esta semana el segundo año de la legislatura, sin apenas parón durante un atípico verano en el que se ha mantenido la actividad durante julio y agosto. Las medidas de prevención sanitaria van a seguir condicionando la labor ordinaria en el Legislativo, que poco a poco empieza a recuperar la normalidad. En las próximas semanas se van a retomar algunos debates de calado que habían quedado eclipsados por la urgencia legislativa de las medidas aprobadas para hacer frente a la pandemia. Los presupuestos de 2021 asoman ya como eje del debate del próximo otoño.

Todo en cualquier caso va seguir girando en torno al covid y a sus consecuencias sociales, sanitarias y económicas. El Parlamento tiene cerradas para esta semana varias comparecencias de consejeros del Gobierno foral en una tónica que será habitual en los próximos meses. Los responsables de Salud, Desarrollo Rural, Educación y Desarrollo Económico pasarán esta semana por el Parlamento para dar cuenta de sus actuaciones y apuntar las previsiones de futuro.

Allí va a girar a partir de ahora buena parte del discurso político en Navarra, que tiene en los presupuestos de 2021 el primer debate de calado a medio plazo. El Gobierno elabora estos días las previsiones de techo de inversión del próximo ejercicio. Un reto nada fácil que nace condicionado por una caída de la recaudación cercana al 20% este año, y con demasiadas incertidumbres abiertas todavía como para hacer una predicción certera de cómo será 2021. Sin embargo, el Gobierno tiene que empezar a tomar medidas para cuadrar las cuentas públicas, y deberá buscar apoyos en el Parlamento para sacarlas adelante. De momento, el déficit de este año se va a cubrir con una emisión histórica de deuda, pero también habrá que buscar fórmulas de financiación que sostengan el Presupuesto para el próximo año toda vez que el Gobierno ha dejado claro que no quiere recortes. "La inversión en los servicios públicos es incuestionable", subrayaba este fin de semana la presidenta, María Chivite.

El Presupuesto va a servir también para medir la fortaleza política y parlamentaria con la que el Ejecutivo foral afronta una coyuntura social y económica muy complicada. Hasta ahora el Gobierno ha logrado aprobar todas las medidas importantes que ha presentado en el Parlamento, incluidos los decretos que han condicionado la actividad social y económica los últimos días, lo que invita al optimismo en el Palacio de Navarra. No obstante, el contexto en el que se van a negociar este año las cuentas públicas poco tiene que ver con el de hace doce meses. Y eso sin duda va a exigir mucha cintura política y altas dosis de responsabilidad a todas las partes.

EH Bildu vuelve a ser además el principal respaldo del Ejecutivo autonómico. La actitud de la derecha en Madrid y su beligerancia también en Navarra hacen poco probable un apoyo parlamentario estable por parte de la coalición que lidera de Javier Esparza. Y aunque la mano se mantiene tendida, el Gabinete de Chivite por ahora va a seguir mirando más a la izquierda que a la derecha. Incluso en el hipotético caso de que Ciudadanos acabe convertido en el sostén presupuestario del Gobierno de Sánchez en Madrid. En un escenario tan imprevisible como el actual no son recomendables aventuras parlamentarias.

Antes en cualquier caso el Gobierno deberá limar las asperezas que los últimos días han surgido entre PSN y Geroa Bai. Unos y otros restan importancia a la discrepancia surgida en Educación, y que se ha saldado con una simbólica derrota del consejero a manos de Navarra Suma y de su propio socio de coalición. Ambos partidos tienen pendiente tratar el asunto para evitar que las diferencias se enquisten y compliquen un otoño que ya viene complejo. A fin de cuentas, del entendimiento entre socialistas y vasquistas depende el éxito de la legislatura, y también de un modelo de Gobierno que puede tener largo recorrido si supera este inicio tan pedregoso. La sintonía entre PSOE y PNV, que volverán a gobernar en coalición en la CAV, es además un incentivo añadido.

Pero los presupuestos no son el único tema de calado que tendrá el Parlamento sobre la mesa en los próximos meses. La crisis del covid va a seguir marcando la agenda institucional, también la parlamentaria, que tendrá que tramitar las medidas que vaya aprobando el Gobierno foral. No están previstas de momento medidas excepcionales, pero el estado de alarma autonómico sigue siendo una opción si la cosa se complica. Y el Parlamento jugará un papel clave tanto si son necesarias nuevas medidas como si se apuesta por una desescalada a medio plazo.

La coyuntura económica también va a marcar el debate. Junto con la política de gastos habrá que hablar de los ingresos, tema siempre espinoso. Algunos grupos ya han avanzado su intención de plantear medidas dirigidas a mejorar la recaudación por la vía tributaria, y dada la minoría del Gobierno, es posible queotras propuestas de carácter socioeconómico acaben viendo la luz. El juego de mayorías y su geometría variable pueden dar margen para más de una sorpresa.

Y en medio de todo, el autogobierno volverá a ser un elemento central del debate político. Aunque con algunos meses de retraso, el Gobierno central y el de Navarra tienen previsto concretar en octubre el traspaso de dos competencias históricas como son la gestión exclusiva de Tráfico y Seguridad Vial y la sanidad penitenciaria. Y aunque el acuerdo es competencia del Ejecutivo, el Legislativo deberá dar luz verde a toda la operación. Lo mismo ocurre con el Ingreso Mínimo Vital, el equivalente a la actual Renta garantizada, que Navarra seguirá gestionando como hasta ahora pero que recibirá financiación estatal.

Todo ello habrá que tratar en el Parlamento a la espera de que se concrete también una reforma del Convenio Económico para fijar la aportación anual de Navarra la Estado. El acuerdo anterior finalizo en 2019, y en las circunstancias actuales no conviene extender en exceso la prórroga. Habrá que hacer cuentas, y hacerlo cuanto antes para intentar aclarar el panorama financiero y presupuestario. El nuevo curso parlamentario llega repleto de números.

La actividad parlamentaria seguirá marcada en este inicio de curso por las consecuencias sociales, sanitarias y económicas de la pandemia. Al igual que en verano, volverá a marcar la actualidad política en el Parlamento de Navarra con mucha presencia telemática.

Comparecencias. Para los próximos días están previstas las comparecencias de los consejeros de Salud (situación de atención primaria tras la oleada del covid y previsiones de otoño); Educación (protocolo para el inicio del curso escolar 2020-2021); Derechos Sociales (impacto de crisis sanitaria en el empleo) y Desarrollo Económico (líneas de avales y ayudas puestas en marcha para empresas y autónomos durante la pandemia).

Decretos de ley foral. En función de cómo evolucione la pandemia, el Parlamento deberá seguir convalidando las posibles nuevas medidas extraordinarias que tenga que adoptar el Gobierno de Navarra a través de decretos de ley forales.

Plan Reactivar Navarra - Nafarroa Suspertu 2020-2023. Aprobado por el Gobierno de Navarra a primeros de agosto, el plan cuenta con un anexo de 126 medidas propuestas desde el Parlamento. La Cámara debatirá sobre su puesta en marcha el próximo día 16, un asunto que seguirá en la agenda los próximos meses.

Fondos Europeos. El Legislativo tratará también las medidas que puedan derivarse de los proyectos que Navarra puede presentar a los fondos europeos. Deberán estar finalizados para principios de año.

Proyectos de Ley. El Parlamento continurá con el trámite ordinario de varias leyes ya registradas por el Gobierno. Se trata de la Ley de Turismo (adaptación a normativa europea); la Ley Reguladora de Actividades de Incidencia Ambiental (adaptación a los tiempos); Compilación del Fuero de Navarra (pendiente de adaptar el acuerdo todavía en negociación con el Estado); y medidas contra la deslocalización empresarial (propuesta por EH Bildu). Además, también se tramitarán en las próximas semanas los presupuestos de 2021 y las posibles medidas fiscales.

Otras actuaciones. El Parlamento tiene previsto acelerar la transformación digital de la institución que ya se puso en marcha con motivo de la pandemia y el confinamiento. Están previstos también diversos actos para acercar el Legislativo a los ciudadanos. El próximo viernes se inaugurará una exposición sobre el Camino de Santiago en el atrio del Parlamento.

Presidente del Parlamento. Unai Hualde, presidente del Legislativo foral, vaticina un curso parlamentario "atípico". "La realidad que estamos viviendo con motivo de la Covid va a condicionar sin duda la acción del Parlamento en los próximos meses", asume el presidente de la Cámara, que avanza su voluntad de adoptar las medidas de funcionamiento que sean necesarias para garantizar la labor parlamentaria. Ya en marzo se optó por reducir aforos y mantener distancias de seguridad, ahora además con presencia habitual de mascarilla. Así se ha mantenido durante los meses de julio y agosto, tradicionalmente inhábiles, pero en los que se ha continuado tramitando las medidas más urgentes. "La acción del Parlamento se ha mantenido también a lo largo del verano. En esta excepcional situación que estamos viviendo nuestro trabajo cobra, si cabe, mayor importancia", argumenta Hualde, que avanza que a partir del 10 de septiembre se van a retomar también los plenos de control al Gobierno con las preguntas a la presidenta y sus consejeros.