- Nunca tantos factores han intervenido en la confección de unos nuevos Presupuestos. En medio de una pandemia horrible para el sistema sanitario y con una derivada económica muy negra, el Gobierno de Navarra está esperando a que todas las piezas encajen para confeccionar los Presupuestos de 2021, los primeros post-pandemia y que seguro que estarán muy condicionados por el panorama que se viene. No solo se tienen que dilucidar las cuantías exactas de los fondos europeos, que van a asignarse por planes concretos y con horquillas que van desde los 417 a los 829 millones en varios años, sino que incluso todavía no está claro si computarán como déficit o no e incluso si las administraciones tienen que incluirlos en sus Presupuestos. Un cambio significativo que condicionaría la aprobación del techo de gasto, pendiente para los meses de septiembre y octubre, y que se suma a la lista de aspectos que también hay que tener en cuenta, como qué margen final de endeudamiento tendrá Navarra.

Para casi todas esas preguntas tuvo respuesta ayer el Gobierno, bien a través de la presidenta, María Chivite, bien a través de Ana Ollo, consejera de Relaciones Ciudadanas que respondió por el plan europeo de ayudas Next Generation. Jabi Arakama, de Geroa Bai, instó al Ejecutivo a ponerse al frente, apretar el acelerador y aprovechar que Navarra está mejor que otras comunidades para obtener unos fondos para planes que marcarán el futuro de la Comunidad Foral. Algo que, aseguró Ollo, ocurrirá, porque Navarra tiene "fortalezas" y "credibilidad".

La misma credibilidad para asegurar, esta vez a preguntas de Javier Esparza (Navarra Suma), que Navarra recurrirá al endeudamiento que necesite. Ni más, ni menos. "Uno va al banco a pedir lo que necesita él, no lo que necesita el vecino", respondió al portavoz de la derecha agrupada, que insinuó que Navarra, una vez más, va por detrás de la CAV, cuya previsión de ingresos es todavía menor que la de la Hacienda Foral. Ahora mismo, Navarra tiene pactado el 2,3% de endeudamiento. Unos 500 millones. Pueden ser más, si es necesario. Porque Chivite recordó a Esparza lo evidente: que los préstamos hay que devolverlos, y con intereses. De momento, han llegado a Navarra 88 millones por parte de ayudas del Estado, y la semana pasada se publicó en el boletín oficial que llegarán 28 más para educación. Falta el último tramo de salud, que serán 160 millones. Con eso, el margen de deuda, y el remanente -de 77 millones, pero de los que ya no quedarán ni rastro por los 238 que ha exigido la pandemia, 54 para personal-. Eso llevó a Chivite a decir que no se contemplan los recortes, y que el Presupuesto sigue siendo una herramienta útil.

"Cuando uno va al banco no pide lo que le han dado al vecino, pide lo que necesita él"

Presidenta del Gobierno de Navarra