- El magistrado del Tribunal Constitucional Fernando Valdés y su mujer negaron ayer “categóricamente” ante el Tribunal Supremo que hubiese ningún episodio de violencia machista el pasado mes de agosto, cuando fue detenido, y enmarcaron la situación en una discusión de pareja que pudo ser malinterpretada. Al ser aforado, Valdés estaba citado en calidad de investigado ante el Supremo en el marco de la causa que pretende dilucidar si los hechos que ocurrieron en su domicilio de Majadahonda (Madrid) el 11 de agosto podrían constituir un presunto delito de maltrato.

Fuentes presentes en la declaración indicaron que tanto el magistrado como su mujer, que declaró como testigo, negaron categóricamente que se produjese ninguna agresión, ni física ni psíquica, y, por tanto, ninguna situación de violencia machista, y ambos lo enmarcaron en una discusión normal de pareja.

También testificaron los dos testigos presenciales de los hechos que alertaron a la Policía tras oír la discusión desde la calle, cuando la pareja estaba en el balcón de su domicilio, y, según las fuentes, ratificaron su declaración inicial. Valdés, de 75 años, y su mujer, por su parte, justificaron que la situación pudo haberse sacado de contexto, y desvincularon de los hechos el estado de salud del magistrado, que ha estado ingresado recientemente y está de baja. Ambos llegaron juntos al tribunal. Enmarcado en el sector progresista, Valdés es uno de los cuatro magistrados cuyo puesto está pendiente de renovación.