Un ejército de millones de votantes disciplinados y pragmáticos hará oír su voz en las elecciones de noviembre en EEUU con el cuidado de la salud como bandera. Son los adultos mayores, un peso pesado en cualquier elección y más aún cuando son tan reñidas como las de 2020.

Los dos protagonistas de las presidenciales del 3 de noviembre, el presidente republicano Donald Trump y el exvicepresidente demócrata Joe Biden, que tienen 74 y 77 años respectivamente, forman parte del llamado “poder gris” por derecho propio.

En las últimas dos décadas los candidatos presidenciales republicanos han gozado de las preferencias de los electores de más edad, pero en 2020 las cosas parecen estar cambiando. “Estamos viendo que los jubilados están yendo más y más hacia el Partido Demócrata”, dice Eva Domínguez, asistente legislativa de la Alianza de Jubilados Estadounidenses.

Para Domínguez, de origen paraguayo, el miedo a la covid-19 y el rechazo a cómo ha manejado el Gobierno Trump la pandemia, así como el temor a que el presidente suspenda permanentemente la contribución de los trabajadores al Seguro Social, son las principales razones del cambio.

La directiva de la Alianza de Jubilados Estadounidenses, organización que cuenta con más de 4,4 millones de socios, dice que las personas mayores son “las que votan siempre”. Ivonne Fernández, subdirectora de Asuntos Legislativos y Alcance Multicultural de AARP, una organización sin ánimo de lucro con más de 38 millones de socios y dedicada a los mayores de 50 años, subraya que hay más de 116 millones de personas en Estados Unidos en ese gran grupo de edad. Son los votantes “más disciplinados”. No son solo los que más participan en las elecciones y más regularmente lo hacen, sino que además son exigentes con los candidatos, dice.

Bea Lumpkin, una mujer de Chicago de 102 años, es un ejemplo de la “consistencia” del votante mayor.

Bien pertrechada contra el frío y la COVID-19, Lumpkin fue retratada esta semana por su nieto cuando metía el sobre con sus papeletas de votación en un buzón de correos. “No hay excusa para no votar”, dijo en un mensaje para todos los grupos de edad. Fernández, de origen colombiano, explica que, como grupo, los mayores de 50 años no están comprometidos con un partido y votan por el candidato que más convenga a sus intereses.

En 2016 se inclinaron por el hoy presidente Donald Trump, que en ese grupo de edad le sacó siete puntos de ventaja a la demócrata Hillary Clinton y en el subgrupo de mayores de 65 años, 13 puntos. Por el contrario, en las elecciones legislativas de 2018 favorecieron a los candidatos del Partido Demócrata.

Por quién votarán este noviembre solo lo saben ellos, pero la directiva de AARP está segura de que antes de decidir su voto estudiarán las propuestas de Trump y Biden sobre los asuntos que más le preocupan, que son, sin lugar a dudas, los referidos a la salud.

Temas como el Seguro Social, Medicare (programa de atención médica para adultos mayores) y los precios de los medicamentos, que en EEUU son “los más caros del mundo”, van a ser determinantes.

La “seguridad financiera” es históricamente importante para ellos pero, en los tiempos de la covid-19, la salud es lo primero.