- Buena parte de la negociación presupuestaria se está centrando en la actitud con la que los grupos afrontan las primeras Cuentas que tendrán que paliar las consecuencias sanitarias y económicas de la crisis del coronavirus. Y dentro del ir y venir de encuentros y reuniones, lo que más está dando que hablar es la oferta trampa con la que Navarra Suma ha querido partir a la mayoría del Gobierno de Chivite, y con la que sigue insistiendo pese a que el Ejecutivo y el resto de fuerzas han visto rápido que se trataba de una estrategia de erosión.

De hecho, la presidenta del Gobierno, María Chivite, volvió a dirigirse ayer directamente a la formación de Javier Esparza para afearle una actitud de veto que "polariza" y "es difícil de explicar" en estas circunstancias. Lo hizo al hilo de una certera pregunta formulada por el parlamentario Mikel Buil (Podemos), quien trató de hacer ver que la oferta de la derecha es una trampa, y que hay que preguntarse "qué aportación hay detrás" de ella. Intención que quedó clara también ayer por la mañana. Porque Esparza reiteró su ofrecimiento de abstenerse a cambio de que se excluya a EH Bildu, pero lo hizo además entre declaraciones que obviamente tienen la intención de erosionar al Gobierno, ya que el portavoz de la derecha aseguró que el Ejecutivo le ha asegurado que no se van a tocar los impuestos, y que el TAV y el Canal van a ser "prioridades". Dos proyectos con los que los socios del Gobierno tienen sus más y sus menos, sobre todo en cuanto a la Alta Velocidad, y que tienen por objetivo tensionar la alianza que sostiene a Chivite en el Palacio.

Pero, a juicio de sus palabras, la presidenta lo tiene claro. "Los vetos polarizan y son difíciles de explicar; toda aportación de cualquiera de los grupos será bienvenida y estudiada", contestó a Buil, a quien confesó que le cuesta "entender la política sustentada en los vetos, centrada en resaltar la diferencia entre los distintos partidos, la de quienes construyen su identidad confrontando en lugar de buscar consensos, más aún en estos tiempos". "Nadie entendería ahí fuera que dediquemos más tiempo a destruir que a construir, cuando más falta hace estar a la altura de las circunstancias".

Además, hay otra lectura. La que hizo quien formuló la pregunta. Buil, como socio y portavoz de partido de gobierno, alertó sobre la "carente de rigor, peligrosa y tramposa" oferta de Navarra Suma, en la dinámica de la derecha española en una gestión de la crítica "dañina y peligrosa". "Compartimos que hay que dialogar con todas las fuerzas, la cuestión es qué aportación hay detrás de esto", deslizó, para insinuarlo de una forma más gráfica: "Cuando te muerden unas cuantas veces la mano, lo lógico es retirarla".

Mientras, Esparza sigue echando el anzuelo. Lejos de reaccionar a su manera a este tipo de declaraciones -que llevan haciéndose varios días-, la oferta sigue encima de la mesa: abstención en los Presupuestos a cambio de que EH Bildu no participe. Incluso, ayer, Esparza habló de una abstención también en medidas fiscales, y una negativa a presentar enmiendas. Un ejemplo de los esfuerzos que está haciendo por embelesar al Gobierno, con el que dijo que hay "buen tono" y sintonía en algunos aspectos. "El Gobierno nos ha asegurado que no va a haber subida de impuestos, y que el TAV y el Canal van a estar entre las prioridades", dijo. Cantos de sirena que esconden la intención de debilitar al Ejecutivo.

"Nadie entendería ahí fuera que dediquemos más tiempo a destruir que a construir"

Presidenta del Gobierno de Navarra

"Cuando la derecha te muerde tantas veces la mano, lo lógico es retirarla"

Portavoz de Podemos

"La propuesta del Gobierno en materia fiscal va contra la de Bildu: buena señal"

Portavoz de Navarra Suma