- El portazo asestado por el presidente del PP, Pablo Casado, en las narices de Vox con motivo de la fracasada moción de censura presentada por el partido de ultraderecha contra Pedro Sánchez no tendrá por el momento consecuencias en los pactos autonómicos que mantienen ambas formaciones. Así lo aseguró ayer el presidente de Vox, Santiago Abascal, que confirmó que, pese a las "agresiones" sufridas, no dejarán caer los gobiernos autonómicos del PP que cuentan con el sustento externo de su partido: Madrid, Andalucía y Murcia.

Un Abascal evidentemente dolido en el plano personal por los ataques que le lanzó Casado el pasado jueves durante el debate de la moción de censura siguió lamiéndose ayer las heridas, y en una entrevista en Es.radio reconoció la sorpresa y dolor personal que le produjo el discurso del líder popular con el que soltó amarras con Vox. Aseguró sin embargo que su partido no se cobrará su venganza y será "responsable". Lanzó por ello un mensaje de "tranquilidad" a los ciudadanos que agradecieron "alternativas" en esas comunidades autónomas.

"Si ayer -por el jueves- Casado ofreció zozobra, desesperanza y preocupación a tantos millones de españoles que esperaban una alternativa, nosotros vamos a hacer exactamente lo contrario", dijo Abascal. Añadió que "no va a cambiar nada" y que su partido seguirá negociando "ley a ley" desde la oposición. La capacidad real de influencia de Vox no va mucho más allá: no forma parte de esos tres gobiernos, la posibilidad de presentar mociones de censura no tendría visos de éxito por la falta de apoyos y tampoco parece probable que impida la aprobación de los Presupuestos autonómicos, ante la posibilidad de que ello abriera la puerta a gobiernos con la izquierda.

El terremoto en la derecha que se vivió el jueves en el Congreso sí ha provocado alguna fisura, como la suspensión de una reunión prevista con el PP en Andalucía para negociar los Presupuestos o el anuncio de una enmienda a las Cuentas públicas del Gobierno regional en Murcia. Pero por el momento Vox ha anunciado la apertura de un "periodo de reflexión", según Abascal para adecuar su discurso de cara a acoger a "millones" de votantes que han sido "expulsados" del PP y también otros muchos de izquierdas que están "huérfanos". Según él, las centralitas del partido echaron humo el jueves ante la avalancha de peticiones de afiliación.

El PP se mantuvo firme en su ataque a Vox porque, según su secretario general, Teodoro García Egea, en realidad fue una estrategia de defensa ya que el objetivo real de la moción de censura no era Sánchez, sino Casado. Respecto a las posibles consecuencias que ello pueda acarrear, opinó que "si Vox considera que hay que tumbar los Presupuestos de una autonomía porque se ha sentido ofendido, que los ciudadanos sepan que a Vox le importa más lo que digan de él en el Parlamento que mejorar la vida de los ciudadanos".

Mientras, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, pidió al PP y a Vox que sus "luchas" y sus estrategias de partido no afecten a la estabilidad de los gobiernos de coalición del PP y Cs en Andalucía, Madrid y Murcia, que se formaron con el apoyo de los votos de Vox. "Quien esté pensando en poner en peligro la estabilidad de los gobiernos tiene un problema moral", dijo, ya que "estamos para salvar vidas", en referencia a la crisis sanitaria.

La diputada y exportavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, manifestó que con Vox le distancian infinidad de cosas, pero hay otras muchas que "pueden servir para trabajar conjuntamente en defensa del orden constitucional".

"Si Casado ofreció zozobra y desesperanza, nosotros vamos a hacer lo contrario"

Presidente de Vox

"Los votantes del partido de Abascal vieron que no está capacitado para liderar España"

Secretario general del PP