Las asociaciones mayoritarias de víctimas continuarán haciendo aportaciones al primer plan de convivencia del Gobierno de Navarra.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), la asociación 11-M (de apoyo a víctimas del yihadismo) y Covite siguen trabajando en el proyecto impulsado por la dirección general de Paz y Convivencia, y que ha concitado un apoyo casi unánime del que solo se han desmarcado Anvite y la Fundación Tomás Caballero, asociaciones afines a UPN y PP, los únicos partidos (dentro de Navarra Suma) que se han ausentado del plan.

Se trata de un movimiento político que sigue una estrategia, la de erosionar y desligitimar al Gobierno foral, y que ha quedado claro en un comunicado conjunto que han firmado ambas asociaciones, y en el que vienen a explicar que su marcha se debe al reciente acuerdo presupuestario entre Ejecutivo y EH Bildu. "No se dan las exigencias mínimas para continuar", resuelven.

La AVT sigue siendo la asociación con más miembros en Navarra. Según cálculos de la propia asociación, son 105 personas entre víctimas y familiares de víctimas las que siguen en la AVT, que presta servicios jurídicos, psicológicos y asistenciales a sus miembros. "Los principales perjudicados de esto son las propias víctimas, de que un partido las quiera utilizar contra el Gobierno", lamenta Miguel Folguera, consejero de la AVT y encargado de las delegaciones territoriales.