ueron unos escasos pero potentes minutos. Una actriz, María San Miguel, y un actor, Alfonso Mendiguchía, participaban en la Comisión de Convivencia y Solidaridad Internacional, invitados por Podemos Ahal Dugu. Antes de explicar su trayectoria en teatro documental, que parte de 2009, escenificaron ante la Comisión un breve diálogo, una discusión que fue in crescendo y que se apoderó por su fuerza de los allí asistentes. Al final quedaba una pregunta : "¿Nos vamos a atrever a revisar el pasado?" La escena resultaba impactante. No se oyen gritos de ese calibre dentro del Parlamento, aunque a menudo se alce la voz. Y mucho menos los gritos reciben una aprobación unánime, como fue el caso. Los intervinientes eran dos componentes del Proyecto 43-2, con más de una década en favor de la convivencia y la memoria.

María San Miguel señaló que este proyecto surgió en 2009 de su investigación, para un máster en Humanidades, tesina que versaba sobre el teatro como herramienta pedagógica y de memoria, "algo que quedó demostrado a partir de investigar la violencia en el País Vasco y Navarra". San Miguel, que actualmente reside en Valladolid, viajó por Euskal Herria, y realizó entrevistas a personas con vivencias muy diversas en relación a la violencia y a partir de ahí se creó el Proyecto 43-2, que es la primera pieza de la trilogía, "aunque no estaba pensado que fueran tres partes en un principio". Sin embargo, la cantidad y variedad de material en sus manos les llevó a pensar que "se abrían muchísimas vías y había muchas más historias que contar más allá de las que se contaron en la primera pieza".

Esta primera pieza se estrenó en 2012, en "un momento postcrisis y recién anunciado el fin de la violencia de ETA, apostando por un diálogo y encuentro con el otro". Fue "muy difícil trabajar y poca gente quiso escuchar nuestra propuesta", recordó San Miguel. El segundo trabajo, La mirada del otro vino en 2014, sobre los llamados encuentros restaurativos en la cárcel de Nanclares de la Oca. La tercera obra, "Viaje al fin de la noche", habla de la "herencia de la violencia y los protagonistas son hijos e hijas de víctimas de ETA, del GAL y de la violencia y tortura policial".

El equipo de Proyecto 43-2 tiene una línea artística con esta trilogía denominada Rescoldos de paz y violencia y otra línea pedagógica, destinada a la juventud y a los adultos. El trabajo en centros escolares consta de materiales didácticos, la representación de la obra y los coloquios posteriores, además de talleres de teatro como "una herramienta para la convivencia". El Proyecto apuesta por que "son más cosas las que nos unen", deja de lado a los partidos políticos y "la política de las instituciones", y apuesta "por la humanidad y por la política entendida como los griegos", como una forma de construir la polis, Ayer, la Comisión se impregnó de parte de esa filosofía.

"Este tipo de trabajo en el aula es fundamental para conocer nuestro pasado reciente"

Podemos Ahal Dugu

"¿Cómo llegar al acuerdo con quien considera que matar a un compañero mío no era terrorismo?"

Navarra Suma

"Lo que nos ha unido y lo que nos separa es dolor, y en ese dolor nos podemos sentir"

PSN-PSOE

"Su teatro es doloroso pero hace reflexionar sobre las personas que sufrieron violencia"

Geroa Bai

"Me ha impactado; ha sido una interpretación transgresora y provocadora"

EH Bildu