El exgeneral de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, con un amplio historial en la lucha contra ETA y condenado por su implicación en crímenes de los GAL, ha fallecido por coronavirus a los 81 años, según han informado a Efe fuentes de su entorno en el instituto armado. El fallecimiento del siniestro militar ha coincidido con la celebración, este sábado en Euskal Herria, del Día Contra la Tortura, cuya fecha coincide con la muerte de Joxe Arregi, de la que se cumplen ahora 40 años.

Galindo tuvo que ser ingresado en la UCI al agravarse su estado tras contagiarse de coronavirus hace unas semanas. Rodríguez Galindo se encontraba desde el pasado 2 de febrero ingresado en un hospital en una unidad de cuidados intensivos por la afectación pulmonar que padecía.

El Tribunal Supremo condenó a Rodríguez Galindo a 75 años de cárcel en 2001 por su relación con el secuestro y asesinato en 1983 de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. El exgeneral estuvo al frente del cuartel de Intxaurrondo en los 'años de plomo' de lucha contra ETA.

Rodríguez Galindo cumplió cuatro años y cuatro meses de prisión, ya que fue excarcelado por motivos de salud y trasladado a su domicilio bajo vigilancia policial. Entonces se informó de que sufría una dolencia cardiovascular. El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria le concedió la libertad condicional en 2013 a propuesta del centro penitenciario de Zuera (Zaragoza).

Rodríguez Galindo se hizo conocido cuando en 1980 dirigió la 513 Comandancia de la Guardia Civil, con sede en Intxaurrondo (San Sebastián). Durante los 15 años que pasó al frente de esta Comandancia fueron desarticulados unos 90 comandos de ETA y detenidos más de 800 personas, lo que le llevó a ser nombrado general de la Benemérita en 1995.

La reapertura del caso Lasa Zabala, sobre el secuestro y asesinato de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, por guardias civiles de Intxaurrondo cuando Galindo era su máximo responsable, centró en él esta investigación judicial. Tras ser llevado a juicio, el 26 de abril de 2000 la Audiencia Nacional le condenó a 71 años de prisión por el secuestro y asesinato de los jóvenes y el 9 de mayo ingresó en prisión. Un año después, el Tribunal Supremo aumentó en cuatro años la pena de cárcel -hasta 75 años- y el 2 de abril de 2002 el que fuera el general más laureado en la lucha contra ETA perdió oficialmente su condición de miembro de la Guardia Civil. Galindo apenas cumplió cuatro años de prisión por estos hechos.

En septiembre de 2004, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias permitió a Galindo que cumpliera su condena fuera de la cárcel dada la grave enfermedad cardiovascular que padecía y su avanzada edad. La Dirección General resolvió sin embargo mantener el segundo grado de tratamiento al exgeneral, que el 1 de octubre abandonó la cárcel de Ocaña (Toledo) y ese mismo mes ingresó en una clínica de Zaragoza por una crisis cardiaca. En diciembre fue operado del corazón, y el 5 de enero de 2005 el juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional José Luis Castro le concedió finalmente el tercer grado penitenciario (semilibertad).

Se encontraba en libertad condicional desde 2013 mediante un auto del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional precisamente cuando se cumplían 30 años del secuestro de los jóvenes tolasarras en Baiona, el 15 de octubre de 1983.