- El PSOE evitó este miércoles que el Congreso de los Diputados pida que se reabra la investigación del caso Mikel Zabalza. La formación socialista eludió sumarse a la moción del PNV, que pedía que la Cámara Baja instara al Gobierno de España "a desclasificar toda la documentación relacionada" con la muerte del joven navarro. La iniciativa jeltzale demandaba además que el Ejecutivo de Sánchez pidiera "a la Fiscalía General del Estado a solicitar la reapertura de las diligencias referentes a dicho caso".

La resolución, sin embargo, no salió adelante porque el PSOE trató de rebajarla con una enmienda de sustitución, no aceptada por el PNV, que se limitaba a pedir que se investigue este caso "si desde los órganos judiciales así lo consideran". Una aportación rechazada por el grupo proponente al entender que estaba "hueca", en palabras del portavoz jeltzale, Aitor Esteban.

El PSOE delegó la representación en este debate en su diputada por Cádiz Gemma Araujo, quien argumentó que apoyar el texto del PNV sería "debilitar nuestra separación de poderes".

"Hay que respetar las decisiones judiciales por muy injustas que parezcan", declaró Araujo, quien dijo "entender que sigue habiendo una herida abierta social y emocional sobre unos hechos que no han tenido ni reparación, ni verdad".

"Pero lo cierto es que el Estado de derecho actuó", añadió la diputada del PSOE, quien recordó que "el caso se abrió, se cerró, se reabrió y se volvió a cerrar".

De nada le sirvió a Aitor Esteban incidir en que "hay consenso en el Parlamento de Navarra, en el Ayuntamiento de Pamplona y en el de Donosti para que se investigue". Ni aludir a los audios en los que un capitán de la Guardia Civil explica que su impresión es que Zabalza "se les ha quedado en el interrogatorio", después de ser torturado hasta la muerte.

La apelación de Esteban de que "hay que pasar de las palabras a los hechos" encontró el firme apoyo de Podemos, ERC, EH Bildu, la CUP, pero resultó insuficiente para que prosperase su iniciativa ante la posición del PSOE.

No solo el PSOE -en este caso el PSN- varió su postura con respecto a lo aprobado en el Parlamento foral, donde el 1 de marzo salió adelante por unanimidad una declaración que reclama que "se investigue a fondo el contenido de estos audios, con el fin de saber la verdad en torno a la muerte de Zabalza".

Más brusco fue el viraje de las formaciones de Navarra Suma, especialmente en el caso del PP, que trató de emponzoñar el debate mencionando los policías "sacrificados" por ETA, pese a que Mikel Zabalza nada tuvo que ver con la organización terrorista.

Por UPN, Carlos García Adanero reconoció que "de todas las personas que han muerto de una forma poco clara, su familia tiene derecho a saber todo lo que acontenció, cómo se produjo y si hay personas responsables, ponerlas a disposición de la justicia". Sin embargo, acusó al PNV de "ser ventajista y presentar una enmienda distinta a lo que presentó el Parlamento de Navarra" y también se agarró a que "esto ya se juzgó". "No tenemos que decirles nosotros a los tribunales lo que se investigue", consideró Adanero, quien subrayó que "en ningún caso se puede poner en cuestión el trabajo" de la policía, pese a que en esta causa su sospecha de haber torturado está más que extendida entre la ciudadanía.

El respaldo a la moción llegó desde las izquierdas. Roberto Uriarte, de Unidas Podemos, tildó de "espeluznante" que "el maltrato lo apliquen los servidores del Estado. Además, defendió que es "imprescindible que se desclasifiquen el caso Zabalza" y que es "inasumible" que exista una ley de secretos oficiales aprobada en el franquismo.

Bel Pozueta, de EH BIldu, exigió que "se reconozca que Mikel murió en manos de quienes le interrogaban en Intxaurrondo". "Tenemos la certeza de lo que ocurrió", continuó la diputada navarra, quien agregó que "es hora de acabar con la impunidad y de que este Estado reconozca su responsabilidad en el dolor generado".

En la misma línea, Marta Rosique, de ERC, Albert Botran, de la CUP, insistieron en que "las comisarías españolas se ha seguido torturando después de Franco" y de que el de Zabalza "no es un caso aislado".