- Tras no despegarse de Isabel Díaz Ayuso en la noche electoral del 4-M, una vez se confirmó la contundente victoria de la candidata del PP a presidir la Asamblea de Madrid, el líder de los populares, Pablo Casado, trata de aprovechar esa ola para apuntarse su propio tanto y desalojar a Pedro Sánchez de La Moncloa. Así lo urgió ayer el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que pidió "un cambio de ciclo político" en el PP para transitar hacia "una política más occidental, más europea, más previsible, en un momento en que se necesita subir el listón de la política". La respuesta de Casado fue que dicho cambio de ciclo, que calificó de "imparable", ya se está produciendo, y no solo en el PP sino en todo el Estado, lo que llevará a una victoria de su partido.

Así lo empiezan a apuntar los sondeos publicados tras el 4 de mayo que sitúan al PP como primera fuerza. Pero para lograrlo, el partido de Casado debe aglutinar el voto de centro derecha, tal y como hizo en las elecciones madrileñas al absorber de facto a Ciudadanos. Feijóo, en las antípodas ideológicas de Ayuso, reivindicó en una entrevista en RadioEuskadi esta vía como "la única alternativa para que no gobiernen los independentistas catalanes con el socialismo de Sánchez y el populismo de Podemos". Casado coincidió con este análisis aglutinador y también lo hizo ayer la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que reivindicó la reunificación del centro derecha. En la misma línea, la vicesecretaria de Organización del PP, Ana Beltrán, mantuvo ayer la puerta abierta a incorporar a su partido al expresidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y al exdiputado naranja Toni Cantó. "Tiempo al tiempo, iremos viendo la evolución de cada una de estas dos personas", aseveró.

Pablo Casado arrojó más pistas sobre en qué consiste este cambio de ciclo y aseguró que su partido es constitucionalista, autonomista, municipalista y mira a Europa, ya que hacen falta "políticas económicas responsables" y salir de la "excepcionalidad legal". Coincidió con el presidente gallego con asumir políticas "europeístas" en la línea de países conservadores como Alemania, Austria o Grecia, pero también socialistas como Portugal, donde se implementan medidas encaminadas, según él, a la bajada de impuestos, la creación de empleo y la ayuda a quienes lo han pasado mal por la pandemia, frente a las "políticas populistas" de Sánchez.

Dentro de su planteamiento de unir al centro derecha, Alberto Núñez Feijóo excluyó a Vox, formación que "no ha venido a solucionar ningún problema a nuestro país". Recordó que en Galicia ese partido no tiene concejales ni diputado en el Parlamento, y "ese es el modelo y la única fórmula de volver a elevar" la política. Tras las elecciones en Madrid, el presidente de Vox, Santiago Abascal, aseguró ayer en la Cope que su formación aceptaría ocupar la Presidencia de la Asamblea de Madrid, ya que podría hacer "un papel institucional muy adecuado". Recordó que no han exigido "nada a cambio" de apoyar la investidura de Isabel Díaz Ayuso pero añadió que esperan que el PP muestre "algún tipo de generosidad con la actitud de Vox".

Frente a la posición laxa con el partido de ultraderecha que mantuvo en la resaca de las elecciones, cuando abrió la puerta a que dirigentes de ese partido entraran en el Gobierno autonómico, Ayuso puso ayer pie en pared y opinó que quizás sería "demasiado" que Vox presida la Asamblea de Madrid con solo 13 de 136 diputados. Además, recordó que ella se ha quedado solo a cuatro parlamentarios de la mayoría absoluta.

"La alternativa del PP

es constitucionalista, autonomista, europeísta y municipalista"

Presidente del PP

"Hay que ser generosos (con Vox) pero a lo mejor presidir la Asamblea de Madrid es demasiado"

Presid. de la Com. de Madrid en funciones