El pleno del Parlamento de Navarra ha rechazado con los votos en contra de Navarra Suma y PSN, la abstención de Geroa Bai, y el apoyo de EH Bildu y Podemos una moción de I-E que pretendía instar al Gobierno una reforma del Impuesto de Sociedades ante la pérdida de su peso en el conjunto de la recaudación fiscal.En defensa de la moción, la portavoz de I-E, Marisa de Simón, ha indicado que es preciso hacer "justicia fiscal" cuando "quien más tiene, menos paga", y más ante la "necesidad de la Hacienda Foral de aumentar sus ingresos" para la sostenibilidad de los servicios públicos y las necesidades derivadas de la crisis.

De Simón ha añadido que "los datos son tan claros que exigen una rectificación", y ha señalado que la recaudación por IRPF ha pasado de representar el 29,7 % de todos los ingresos públicos en el año 2000 al 42,4 % en el 2020, y mientras la recaudación por el Impuesto de Sociedades ha pasado del 13,4 % del total en 2000 al 7,2 % en 2020.

Así la recaudación por IRPF ha crecido en estos veinte años de los 629,6 millones de 2000 a los 1.527,8 de 2020 pero, sin embargo, la recaudación del Impuesto de Sociedades ha caído de los 285 millones de 2000 a los 260,3 de 2020.

Un "creciente desequilibrio" entre la aportación del IRPF (rentas del trabajo en su gran mayoría) y el Impuesto de Sociedades (beneficios empresariales) que constituye para I-E "una flagrante injusticia fiscal", más aún cuando la presión fiscal en Navarra es inferior a la media nacional y las empresas gozan de deducciones y un sistema de compensaciones por pérdidas.

Con estos datos y una deuda pública "disparada", de más de 4.000 millones de euros, de Simón ha considerado necesario aprobar un nuevo sistema que aumente los ingresos sin "ahogar más a las rentas del trabajo".

Con la crisis "no es momento de una subida generalizada de impuestos", ha asegurado Ainhoa Unzu, del PSN, quien ha recordado que la mayoría del tejido empresarial navarro son pymes "que lo han pasando mal".

Sí ha defendido una revisión de los beneficios fiscales que tienen las empresas para conocer su eficacia y eficiencia, de lo que ya se ocupa un comité de expertos que prevé finalizar sus trabajos para el 30 de septiembre.

Por eso, junto con Geroa Bai, Unzu ha defendido una enmienda no admitida por I-E que pretendía sustituir el texto de la moción por la petición al Gobierno de tener en cuenta las conclusiones de este comité, al tiempo que ha abogado por reducir deuda, mejorar los mínimos familiares a las rentas medias y bajas, y un sistema fiscal más verde.

A favor de la moción, Adolfo Araiz, de EH Bildu, ha destacado que hay un "claro" y "profundo" problema con un sistema que ha dejado "numerosos agujeros" en el Impuesto de Sociedades para que "las empresas no paguen lo que les correspondería" aunque crezca su beneficio contable.

Ha pedido por ello, entre otras medidas, que se limite el tiempo de compensación de pérdidas a las empresas, que se establezca un impuesto mínimo "sin subsuelos", "revisar y recortar las deducciones" y fijar una normativa que evite deslocalizaciones.

Por Podemos, Mikel Buil, ha aludido a la "perversión" del sistema fiscal que provoca "una regresión" en los impuestos, lo que obliga a "mejorar la progresividad", y como una forma de conseguirlo ha planteado que todas las deducciones empresariales se apliquen sobre el ahorro.

En contra de la moción, la portavoz de NA+, María Jesús Valdemoro, ha rechazo subir un Impuesto de Sociedades que ha considero ya elevado para ser competitivos, pero ha augurado que el proceso del Gobierno "terminará con una traca final de una subida de impuestos a las empresas" para así "contentar las pretensiones" de EH Bildu y "mantener el sillón presidencial".

Para Geroa Bai, ha indicado Mikel Aisain, es cierta la necesidad de una política fiscal que permita mantener el estado de bienestar y para eso ha apuntado entre otras iniciativas a una revisión del Convenio Económico para ahorrar en el pago de cargas generales y aumentar ingresos con las tasas google y tobin, y una revisión de deducciones empresariales.