El Batallón Vasco-Español (BVE) violó y asesinó el 7 de mayo de 1980 en San Sebastián a María José Bravo del Valle, una estudiante de 16 años cuyo brutal crimen nunca fue investigado y a la que ayer se le rindió homenaje con la colocación de una placa en su memoria. Tras 41 años de silencio, el Ayuntamiento ha colocado una placa en el suelo para preservar su memoria como las que figuran ya en otros lugares de San Sebastián donde se cometieron otros atentados.