El Departamento de Hacienda del Gobierno de Navarra plantea una rebaja de impuestos para las rentas medias y bajas en el próximo ejercicio fiscal. La medida pasa por un aumento de los mínimos personales y familiares en el IRPF, y está pendiente de consensuar con los grupos que apoyan al Gobierno durante el próximo debate parlamentario.

La rebaja de la presión fiscal es una promesa del Ejecutivo foral recogida en el acuerdo programático firmado al inicio de la legislatura. PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E asumieron entonces el compromiso de "mejorar las cantidades a deducir en la cuota por mínimos familiares a la rentas medias y bajas", así como "avanzar, en el marco de la suficiencia financiera, en la modificación de las cantidades a deducir en cuota por mínimos personales en determinado niveles de renta", aunque sin concretar cifras ni rentas afectadas.

No obstante, las necesidades de inversión presupuestaria y las urgencias que ha provocado la pandemia han venido retrasando su aplicación. El objetivo de Hacienda es recuperarlo ahora, de forma que entre en vigor en el ejercicio fiscal de 2022 y tenga efectos reales en los bolsillos de las familias en la declaración de la renta que habrá que elaborar en la primavera de 2023. Lo que permitiría su rentabilidad política en las próximas elecciones autonómicas, previstas para mayo de ese año.

La propuesta de Hacienda se deberá consensuar ahora con los socios de Gobierno. Primero dentro del Ejecutivo foral, donde PSN, Geroa Bai y Podemos están negociando todavía el techo de gasto de los distintos departamentos del Gobierno. Y después en el Parlamento, bien con Navarra Suma o bien con EH Bildu. Aunque todo apunta que será con la formación abertzale, como en los dos años anteriores.

Es en ese marco donde se deberá concretar exactamente en qué cantidad se modifican los mínimos personales y familiares, y a qué rentas afecta -el término renta media da margen para mucha interpretación en una deducción que ahora es homogénea-. Actualmente la deducción por hijo es de 433 euros por el primero; 460 euros por el segundo; y 657 euros por el tercero.

El debate fiscal

La propuesta parte del departamento de Elma Saiz, que considera que la perspectiva económica y tributaria da margen para cumplir con la promesa electoral, que de momento no se ha cuantificado. Y llega en medio de un debate fiscal todavía abierto, con importantes connotaciones políticas.

El Gobierno cuenta a su favor con un mayor margen presupuestario, acordado la semana pasada con el Gobierno central, que eleva hasta el 0,9% del PIB el déficit público, cerca de 200 millones. Una cantidad que habrá que financiar con deuda pública, y que se puede destinar bien a aumentar el gasto o bien a reducir los ingresos. Se prevé un debate intenso dentro de la mayoría que sostiene al Gobierno.

En cuanto al resto de impuestos no se esperan cambio importantes. La presidenta, María Chivite, ya se ha mostrado contraria a aumentar la tributación de la empresas, algo que considera poco efectivo en un momento en el que se están dando ayudas a muchas compañías para poder hacer frente a las consecuencias de la pandemia.

No se descartan sin embargo cambios en las deducciones fiscales, especialmente en el Impuesto de Sociedades. El Gobierno de Navarra creó en abril un comité de expertos para analizar la realidad del impuesto que pagan las empresas y conocer con detalle qué deducciones están siendo efectivas para el lograr los objetivos por los que se crearon, como fomentar el empleo o la inversión en I+D+i, y cuáles no.

En base a las conclusiones de los expertos es posible que se plantee alguna modificación puntual para el próximo ejercicio. Algo que el Gobierno enmarca en el contexto de armonización fiscal que se empieza a dar tanto en la Unión Europea como en el conjunto del planeta, como la tributación mínimas para las grandes multinacionales que ha promovido la Administración Biden.

Hacienda confía además en aumentar la recaudación por la vía de nuevos impuestos. En ese sentido, tiene pendiente cerrar con el Estado un acuerdo sobre el Convenio Económico que le permitirá gestionar con sus propios medios dos impuestos de reciente creación: la Tasa Google a las compañías tecnológicas y la Tasa Tobin a las transacciones financieras. Hacienda estima que con ambas medidas podría ingresar en torno a 13 y 15 millones, respectivamente.