El Ministerio del Interior va a acercar a cárceles de Navarra y la CAV a otros siete presos vinculados con ETA, entre ellos Iñigo Gutiérrez Carrillo y la navarra María Lizarraga Merino, los padres de la niña Izadi, que está a punto de cumplir tres años y lleva presa desde que nació.

Concretamente, Interior ha concedido el tercer grado a Gutiérrez Carrillo, mientras que a Lizarraga Merino decide acercarla. Ambos vivían en el módulo familiar de la cárcel de Aranjuez, al sur de Madrid, una de las pocas prisiones del Estado con módulo familiar.

El movimiento, sin embargo, no altera los implacables plazos que amenazan con separar a Izadi de sus padres en el momento en el que cumpla tres años, edad máxima permitida para vivir en prisión sin condena. Si nada cambia, la niña tendrá que ser separada de sus padres en enero.

El resto de presos acercados son Pedro María Cano Hernández, Arkaitz Goikoetxea Basabe, Íñigo Gutiérrez Carrillo, María Lizarraga Merino, Gorka Martínez Ahedo, Joseba Segurola Beobide y Gregorio Vicario Setién.