El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado este martes que ha presentado su renuncia como portavoz nacional del Partido Popular "de común acuerdo y en conversación" con el presidente de la formación, Pablo Casado.

A él le ha agradecido su confianza y generosidad, demostrada para compatibilizar ambos cargos. "Hemos decidido de común acuerdo que cese en esas funciones", ha indicado. Según ha explicado, desde este verano había pensado en dejar el cargo.

"No sabría decirle exactamente el mes en el que se produjo, pero fue más o menos a la vuelta del verano cuando tuvimos una conversación para abordar esa reflexión. Quiero agradecer la generosidad de Pablo Casado cuando me nombró", ha detallado.

En el mismo sentido ha apuntado que "es una decisión que se había venido madurando por la necesidad de centrarse de manera exclusiva en el Ayuntamiento", ha señalado, para apuntar a continuación que "no se ha visto disminuida" su labor como regidor de la capital.

A preguntas de los periodistas en Cibeles, ha indicado que aceptó el cargo de portavoz nacional, en agosto de 2020, "porque España estaba en un momento crítico, casi en lo peor de la pandemia". "Entendí que era adecuado aceptar el ofrecimiento, y no me arrepiento de haber sido portavoz", ha sostenido.

Ayer fuentes cercanas al regidor ya trasladaron que quería dejar el cargo aunque aún no era "nada oficial". Ya este pasado jueves, cuando compareció ante los medios de comunicación para dar explicaciones del supuesto espionaje a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, desde el Consistorio, manifestó que únicamente hablaría como alcalde de la capital.

Hacía tiempo que Almeida no se sentía del todo cómodo en este doble papel de portavoz nacional y alcalde. En su partido las cosas comenzaron a complicarse a partir de verano. El abogado del Estado se vio inmerso en la polémica por la Presidencia del PP de Madrid y en el cruce de acusaciones entre la Dirección Nacional de la formación y el entorno de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Fue en agosto de 2020 cuando Pablo Casado, quien lo designó candidato a la plaza del Ayuntamiento, le nombró portavoz nacional de la formación. En ese momento, Almeida había construido la figura de un alcalde "moderado" por su gestión durante los meses más duros de la pandemia, donde se erigió como una de las figuras políticas más reconocidas tanto en el PP como a nivel nacional.

Por eso, muchos entendieron este nombramiento como un "regalo envenenado" de Casado para restar el crecimiento en popularidad de Martínez-Almeida al tener que defender las medidas del partido a nivel nacional y alejarlo así de su figura de "alcalde de España".

A raíz de septiembre, la figura de Almeida como portavoz nacional del PP comenzó a eclipsar todos sus actos de ámbito municipal. En ese mes, Isabel Díaz Ayuso, tras su contundente victoria en las elecciones del 4 de mayo a la Comunidad de Madrid, manifestó su intención de presentar su candidatura a presidir el PP madrileño.

Todos los ojos se dirigieron entonces al alcalde cuando Pablo Casado manifestó que tanto Ayuso como Almeida era dos "buenos candidatos" para presidir el PP de Madrid. Comenzaba así una guerra cainita entre 'Génova' y Sol que ha desembocado en la mayo guerra interna del partido y que ha salpicado al alcalde.