SAN ADRIÁN - El estanco Serra, situado en la calle Pelayo Sola de San Adrián, se llenó ayer de curiosos que quisieron conocer de primera mano si la noticia de que allí se había vendido parte del cuarto premio de la lotería de Navidad era cierta. Apenas tenían que esperar unos segundos para conocer la respuesta ya que el escaparate del establecimiento lucía el cartel con el número ganador, el 67.009, un boleto valorado en 20.000 euros el décimo.

Raquel Serra, una de las propietarias del estanco, reconocía que llevan cuatro años vendiendo lotería de Navidad, desde que se pueden vender boletos de máquina, y que este es el primer año que la fortuna les sonríe. “Ha sido una grandísima alegría, la verdad es que hace mucha ilusión dar premios, no nos lo esperábamos y como las noticias corren como la pólvora, todo el mundo que viene pregunta por el afortunado”.

Y es que ayer por la tarde aún no sabían quién era el dueño del boleto y, de acuerdo con las encargadas del lugar, es muy difícil que se llegue a saber. Lo que sí reconocía Raquel es que el boleto agraciado se vendió hace dos semanas y que al ser de máquina nadie más lo compró allí.

De hecho, muchos de los vecinos que se acercaron ayer hasta este establecimiento preguntaban por la diferencia que existe entre un boleto tradicional y uno de máquina. De acuerdo con Serra, hoy en día hay muchas personas que son reacias a comprar lotería de máquina porque piensan que no tiene el mismo valor que uno tradicional.

La alegría reinaba ayer en el estanco adrianés hasta tal punto que Miriam Serra, que no paraba de sonreír y hablar con todos los que entraban en la tienda, se hizo una fotografía con el cartel ganador y la lucía orgullosa en el móvil.

otros premios A pesar de que este establecimiento, que se considera un receptor mixto porque se trata de un lugar con una actividad principal como es la venta de tabaco en el que además se vende lotería, lleva solo cuatro años vendiendo décimos para este sorteo, a lo largo de los años han repartido otros premios en juegos tales como la Quiniela, el Euromillón o la Bonoloto.

Tanto es así que Raquel recalcaba que tampoco son ajenas a la suerte ya que cada dos años suelen repartir algún premio. En este sentido insistía en que en otras ocasiones han dado cantidades que superaban los 100.000 euros o premios valorados en 76.000 o 40.000 euros.

Ayer, además, tras conocer las buenas nuevas, muchos de los vecinos adrianeses aprovecharon para comprar lotería para el sorteo del Niño “por si acaso vuelve a sonar la flauta”, tal y como bromeaban con las propietarias. - M.S.G.