Bilbao - El profesor del caso Gaztelueta, un numerario del Opus Dei, reiteró ayer su inocencia en la vista oral, e incluso, ante la pregunta del juez de si ha podido encontrar algún motivo para que se le acuse de los delitos de abuso sexual, soltó unas lágrimas. “No he conseguido encontrar ninguno. Son 2.669 días los que llevo levantándome por la mañana sin encontrar una explicación a todo esto, quizás los psicólogos pueden hablar de por qué esta frustración o inquina hacia mí”, sostuvo.

Txema M. contestó únicamente a los requerimientos del juez, de su abogado y de la Fiscalía. “¿Rozó con intenciones sexuales al alumno?”, le preguntó el representante del Ministerio Público. “En absoluto, no le rocé para nada”, respondió para a continuación negar “absolutamente” todas las acusaciones. “Jamás lo he hecho ni con este alumno ni con otro”, recalcó con un tono alto y brusco. Por otro lado, mientras el joven prestaba declaración, Txema M. no paró de tomar notas en un cuaderno.

La defensa, tanto al interrogar al profesor como al estudiante, centró su enfoque en las faltas de asistencia del joven a clase. También, haciendo mención a los cursos anteriores a los que supuestamente acaecieron los hechos (2008-09 y 2009-10). “Conozco al alumno en septiembre de 2008, unos días más tarde del primer día de clase, porque él vino después y dejo de tener contacto con él en junio de 2010. Su anterior preceptor, Imanol Goyarrola, me dijo que era un buen chaval, que no tenía unas notas espectaculares pero que era buena persona y me dijo que le cuidara y me esforzara con él porque los profesores de Primaria decían que faltaba mucho a clase”, comentó Txema M.

Según su testimonio, los padres de Juan C. le “presionaron” en segundo de la ESO para que “hiciéramos algo” porque sus notas “no eran las más adecuadas”. Por lo que es, entonces, tal y como relató el educador, cuando se “involucra” más y le “atiende más”. Es decir, que el acusado admitió que tuvo “más dedicación” de lo habitual con el denunciante, “y también con otros alumnos”. - M.H.