pamplona - Isabel Jimeno Sanz, responsable del grupo de Vacunas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, participó en el tercer encuentro de actualización de conocimientos que esta sociedad ha organizado en Navarra, en los que un centenar de profesionales se formaron para “ser, además de la puerta de entrada al sistema, también la puerta de salida”. La especialista habló de que la vacunación no es solo una cosa de niños, sino que debe acompañarnos a lo largo de toda la vida (la niñez, la adolescencia, la edad adulta, la tercera edad o el embarazo). Tras dar su ponencia, abogó por implementar la vacunación “dentro de los hábitos de vida saludables”, señaló que la neumonía “es una enfermedad mucho más importante de lo que nos creemos” y acusó al movimiento antivacunas de “estar jugando con la salud pública, con la salud de los demás”, abusando “muchas veces de que el resto se vacunan y ellos no”.

¿Por qué los adultos debemos vacunarnos?

-Un motivo es porque somos más susceptibles a enfermedades infecciosas y somos más susceptibles, sobre todo, por una cosa: porque igual que nuestros huesos se van haciendo cada vez más viejitos y empezamos a tener artrosis, nuestro sistema inmunitario también se hace mayor. Es lo que llamamos inmunosenescencia. ¿Qué pasa? Que somos más susceptibles a enfermedades infecciosas y ahí es donde tenemos que actuar y tenemos que actuar protegiéndonos de ellas. ¿Por qué? Porque este es el momento, porque vamos a ser cada vez más mayores. Sí, pero lo que queremos es ser más mayores pero estar bien.

¿Cuáles son las vacunas de las que no podemos prescindir los adultos?

-Fundamentalmente de la vacuna antineumocócica, porque la neumonía afecta en cualquier edad de la vida pero sobre todo en los niños pequeños (que ya nos preocupamos, los vacunamos y hemos conseguido que sus tasas de incidencia y de mortalidad bajen muchísimo) y en la edad adulta, sobre todo a partir de 65 años. Por qué. Por lo de la inmunosenescencia y también porque tenemos más enfermedades crónicas. Y, como tenemos más enfermedad crónicas, tenemos más posibilidades de ingresar por una neumonía. Por ejemplo, un paciente diabético tiene más posibilidades que una persona sana de tener una neumonía. Multiplica por 39 el riesgo de ingreso por neumonía y eso tiene consecuencias importantes. La primera podría ser, desgraciadamente, que este paciente fallezca, pero puede ocurrir que no lo haga pero su calidad de vida baje mucho.

¿Qué mensaje quiere transmitir?

-Todos, médicos, periodistas, enfermería o cualquier profesional de la salud, nos hartamos de estar diciendo a la población que debemos hacer ejercicio, no tenemos que fumar o beber, tenemos que hacer una alimentación sana, debemos tomarnos los medicamentos como nos lo mandan y tenemos que vacunarnos. Es decir, que en los estilos de vida saludables tiene que entrar la vacunación. Y que los médicos y el profesional sanitario más que nunca, porque la edad media de la población va a subir de una forma espectacular y vamos a tener sobre todo pacientes crónicos, que ya los tenemos, la vacunación es un arma muy potente. Es un arma muy potente para intentar que estos pacientes ingresen menos y que su calidad de vida sea mayor.

La comisión asesora técnica de vacunaciones valoró, en cuanto a las coberturas vacunales de Navarra, que “existe un considerable margen de mejora en la vacunación de adultos”. ¿Por qué se produce?

-Que las coberturas de vacunación sean bajas en adultos es una cosa de todo el mundo; no solo de Navarra, de España, de Europa... Por qué. Primero porque los adultos tenemos muy poca conciencia de ese riesgo y muchas veces también tenemos la culpa los profesionales sanitarios, porque tampoco hacemos la educación sanitaria debida y recomendamos la vacunación de forma suficiente a nuestros pacientes.