sin daños. Un trozo de cornisa de al menos 20 kilos se desprendió ayer por la mañana desde una altura de 36 metros de la torre alta de la catedral de Toledo sin ocasionar ningún daño personal. Sobre las causas, ni el concejal ni los bomberos relacionaron el suceso con la lluvia, a pesar de que, una media hora antes, se había registrado una pequeña tormenta de aire y lluvia. Así pues, después de sanear la fachada y acordonar la zona, los turistas pudieron volver a acceder, la tarde de ayer, a la plaza de la catedral de Toledo. Foto: Efe