pamplona - “No debemos olvidar este caso y, sin dejar de lado otras reivindicaciones, debemos seguir luchando si queremos un futuro con una justicia justa de verdad. Tenemos que seguir como hasta ahora”. Con estas palabras, Ainara Urquijo, la única de los ocho condenados que se encuentra en libertad, cerró la carta que los jóvenes alsasuarras escribieron desde la cárcel alavesa de Zaballa para agradecer a la ciudadanía y, en especial, al pueblo de Altsasu, toda la solidaridad recibida. Los jóvenes apelaron a la unidad para lograr que se haga justicia y para afrontar las “duras etapas” que todavía les quedan por vivir.

Urquijo se dirigió a las cientos de personas que se concentraron ayer bajo el lema 2 años. Txarrenari onena atera diozu, Altsasukoak Aske (De lo malo ha sacado lo mejor, libertad para los de Altsasu) en la plaza del Castillo de Iruña, en el marco de las jornadas organizadas por Altsasukoak Aske y Altsasu Gurasoak con motivo de los dos años que los jóvenes llevan en prisión. Con varias iniciativas -mesas redondas con diferentes ponentes, paneles explicativos, creaciones culturales y la multitudinaria concentración- quisieron analizar todo lo ocurrido en este tiempo y a su vez sensibilizar sobre el impacto que ha tenido en los familiares, que ya suman a sus espaldas más de 407.000 kilómetros recorridos y un gasto de 99.000 euros. En este sentido, recordaron que han estado “mucho tiempo” viajando hasta las cárceles de Madrid, aunque ahora estén más cerca de sus casas, algo que para los propios presos es “muy positivo” ya que sufren menos pensando en “posibles accidentes o complicaciones” de sus familiares o amigos.

Precisamente, en representación de la plataforma Altsasukoak Aske, Haizea Remírez e Idoia Goikoetxea leyeron un comunicado en el que aseguraron que tras el juicio en la Audiencia Nacional la conclusión es clara: “Se han desmontado los términos y el relato de las acusaciones, las irregularidades son evidentes y el impulso político y policial tras este caso se ve nítido”. No obstante, precisaron que la Audiencia Nacional es un “pilar de la estructura jurídica especial, un tribunal de excepción y la sentencia lo confirmó”, y recordaron que “el camino judicial sigue abierto”, que se encuentra a la espera de que se resuelvan los recursos interpuestos ante la Audiencia Nacional.

De la misma manera, se mostraron dispuestos y dispuestas a no rendirse y a continuar con el caso en el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional y finalmente en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. “La movilización no para”, destacaron desde la plataforma, y se comprometieron a “seguir trabajando y saliendo a la calle hasta traerlos a casa”.

“querían atacar un pueblo” Para concluir el acto, una representante de Altsasu Gurasoak, tras dar las gracias a todos los que les han apoyado, incidió en que “quisieron atacar al pueblo y su juventud y encontraron una excusa: una trifulca de madrugada. Es imposible olvidar los golpes recibidos en estos tiempos”, destacó, y recordó todo lo ocurrido hasta ahora como la “usurpación del caso para llevarlo a la Audiencia Nacional, detenciones aparatosas en nuestros hogares, petición del Fiscal desorbitante, instrucción judicial parcial, clarísima y flagrante conculcación de derechos, juicio irregular, condenas ejemplarizantes y desorbitadas”.

“Querían un caso de terrorismo y estamos padeciendo su terrorismo: dos años de dolor y sufrimiento. Pero hemos logrado ver entre todos cómo se desmorona lo más básico de un Estado de Derecho: el respeto a los derechos fundamentales y a las garantís judiciales”, subrayó.

apoyos desde catalunya Además de la concentración, punto central de las jornadas, también se desarrollaron diferentes mesas redondas y charlas con agentes sociales, jurídicos y políticos. Concretamente, como cierre de estos dos días, Katakrak acogió ayer una conferencia sobre la repercusión que ha tenido este caso en Europa, en el que participaron los europarlamentarios Josu Juaristi (EH Bildu), Maite Mola (Partido de la Izquierda Europea) e Izaskun Bilbao (PNV); y los diputados de ERC Joan Tardá y Gabriel Rufián, quien mostró ayer su “solidaridad en la batalla” a los “siete jóvenes secuestrados de Altsasu”.

“Estamos convencidos de que veremos a sus carceleros de toga y escaño en un tribunal de Estrasburgo”, apuntó, y añadió que “Euskal Herria y Catalunya son la única amenaza para el régimen del 78. A esta gente les han robado a siete chavales, pero jamás les robarán la dignidad”, declaró.

De cara al futuro juicio que tendrán que afrontar varios de sus compañeros de partido, Rufián consideró que “forma parte de la batalla que están obligados a librar. Oriol Junqueras y los demás saben que tienen en frente a un estado vengativo”, concluyó.

Por su parte, Izaskun Bilbao defendió el compromiso de su partido de “seguir trabajando en Bruselas para corregir la injusticia cometida. La condena recaída sobre estos jóvenes, que no han tenido un juicio justo, es injusta y desproporcionada. Esperemos que se revierta”, afirmó.