PAMPLONA. Reformar un almacén agrícola para convertirlo en su vivienda siempre fue el plan que le rondó por la cabeza a Beatriz Anaut Fuertes, una joven ganadera de la localidad pirenaica de Garde. Y al final lo consiguió. “El principal deseo que siempre he tenido ha sido vivir en Garde, mi pueblo. Mi padre era ganadero y tenía un almacén agrícola en desuso y vi una oportunidad para construirme un hogar”, relata.

Tal era su anhelo por vivir en Garde que, cuando su padre se jubiló, continuó con el oficio familiar y ahora tiene un rebaño de casi 700 ovejas. Pero sus pretensiones terminaron de materializarse cuando en 2015 decidió acometer la reforma del almacén para convertirlo en su vivienda. “Al final me decidí a rehabilitarlo, entre otras cosas, porque las ayudas del Gobierno foral son bastante cuantiosas. Sino sería imposible”, explica.

Concretamente, la subvención del Ejecutivo fue de 24.626,88 euros, de un presupuesto protegido de obra de 76.592,94. “Estoy muy contenta porque he cumplido mi sueño de vivir en Garde”, señala la ganadera, que ayer recibió el premio Biziberri Navarra Rehabilita -organizado por Nasuvinsa y las Oficinas de Rehabilitación (ORVES)-, que tiene como fin distinguir las mejores rehabilitaciones llevadas a cabo en la Comunidad Foral, así como el trabajo de las personas promotoras, arquitectas y técnicas.

un programa puntero Durante la entrega de premios celebrada ayer, el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, destacó la rehabilitación de viviendas como “uno de los pilares de la nueva política de vivienda”, apuesta en la que enmarcó la entrega de estos premios. Igualmente recordó las ventajas del sistema de rehabilitación protegida en Navarra, “un programa puntero” a nivel estatal desde el punto de vista “de las subvenciones a conceder, el procedimiento de concesión de las mismas, y la posibilidad de contar con el consejo de los profesionales expertos que trabajan en las distintas Oficinas de Rehabilitación (ORVES)”.

Los otros seis proyectos que recibieron reconocimiento son reformas que reflejan la variedad de las distintas tipologías existentes en la rehabilitación protegida. Pamplona Lezkairu, es un proyecto de actualización de 11 edificios del barrio para adaptarlos al nivel de calidad urbana del resto de Lezkairu. En el proyecto Pamplona Carmen, los vecinos del edificio de la calle del Carmen siniestrado por el incendio optaron por acometer la rehabilitación del inmueble y aprovechar para poner un ascensor.

En Monteagudo, María Planillo Cardenal y su pareja han rehabilitado una de las casas baratas del pueblo, donde han montado su taller-estudio de fotografía profesional. Puente la Reina, es un proyecto de los propietarios Juan Ayerra y Ana Lucía Manero, que compraron una antigua vivienda en esta localidad y la reformaron para estar cerca de su familia.

Muskitz, del Ayuntamiento de Imotz, ha consistido en la rehabilitación de un viejo caserón en local social, donde pueden reunirse los vecinos y realizar diversas actividades comunitarias. Tafalla es el proyecto de Virginia Mujica y de su familia, gracias al cual acometió la rehabilitación de una casa de la localidad.

“Estoy muy contenta de recibir el premio y de haber cumplido mi sueño de vivir en Garde”

beatriz anaut fuertes

Ganadora del premio Biziberri